Hoy no ha sido un buen día para el expresidente Ricardo Martinelli.
En horas de la mañana, el exministro del PRD, Mitchell Doens, confesó en el estrado del juicio por los “pinchazos telefónicos”, que el propio expresidente le confirmó en El Renacer que lo tenía pinchado.
Incluso agregó que trataron de silenciarlo con dinero y que le ofrecieron 10 mil dólares al mes por intermedio del empresario Gaby Btesh, pero no aceptó y siguió con sus críticas durante el gobierno del expresidente Martinelli.
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Pero hace unas horas, el expresidente le escribió a sus abogados que se sentía mal y que no podía seguir en la audiencia. Lo hizo mediante notas como es su costumbre en el juicio oral.
Inmediatamente, el juez Roberto Tejeira, intervino y no dejó hablar al expresidente Martinelli y dijo que llamaría al sistema de emergencias 911 para que lo asistiera.
Resulta que debido a la medida de casa por cárcel, al expresidente le quitaron la vigilancia médica que le tenían por medio de ambulancias y por esa razón tuvieron que llamar al sistema de emergencias.
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De acuerdo con los fiscales y abogados querellantes al expresidente no le ha ido bien hoy porque los testimonios aportados por la Fiscalía siguen incriminándolo y su defensa por intermedio del abogado Sidney Sitton solo trata de burlarse por intermedio del contrainterrogatorio de los que acuden a rendir sus testimonios.
Martinelli está acusado de cuatro delitos, entre esos, la violación de la intimidad de más de 150 personas y por ello la Fiscalía pide 21 años de cárcel.
Martinelli también solicitó en la audiencia que le pemitieran salir a hacer ejercicios e ir a misa. Solicitó ir a misa los domingos o en su día libre que son los miércoles.
Sin embargo, las autoridades le negaron estas pretensiones, por lo que le recomendaron ejercitarse en un caminadora o recibir la visita de algún religioso para que le hablen de la palabra de Dios.