El cielo se oscureció, y con él, la vida de Nena Montezuma, de 52 años, y su nieta, Nixia Atencio Guerra, de tan solo 6 años, quienes fallecieron el pasado fin de semana tras ser impactadas por un rayo en su hogar, ubicado en la comunidad de Cerro Sol, comarca Ngäbe Buglé. Lo que debería haber sido una noche más en familia se convirtió en una tragedia que ha dejado un profundo dolor en sus seres queridos y en toda la comunidad.
El fatídico suceso ocurrió el sábado en el corregimiento de Cerro Patena, distrito de Besiko, en medio de una intensa tormenta eléctrica. La abuela y su nieta se encontraban en casa cuando el rayo las alcanzó sin darles oportunidad de resguardarse, arrebatándoles la vida de manera instantánea.
Al día siguiente, las autoridades, encabezadas por la personera municipal de San Lorenzo, Zaida Lou, se trasladaron al lugar para realizar las diligencias del levantamiento de los cuerpos, un momento desgarrador para todos los presentes, que intentaban asimilar la magnitud de la tragedia.
Este incidente eleva a ocho el número de fallecidos por impactos de rayos en el país en lo que va del año, con la comarca Ngäbe Buglé y las provincias de Veraguas y Chiriquí como las más afectadas. Un recordatorio sombrío de los peligros que acechan durante la temporada de lluvias, y que ha llevado a las autoridades a insistir en la necesidad de extremar las precauciones en zonas vulnerables.
En otro hecho similar, Martina Rodríguez, residente de la barriada La Juventud en el corregimiento de Emplanada de Chorcha, también fue alcanzada por un rayo, aunque, afortunadamente, sobrevivió al impacto y se encuentra recuperándose en un hospital local. Su caso es un reflejo de la constante amenaza que representan las tormentas eléctricas para quienes habitan en áreas rurales.
El Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) ha reiterado su llamado a la población para que tome medidas de seguridad durante las tormentas eléctricas, evitando exponerse en lugares abiertos o refugiarse bajo árboles y estructuras metálicas. La tragedia de Nena Montezuma y su nieta Nixia Atencio Guerra es un doloroso recordatorio de que la prevención puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.