La Asamblea Nacional de Panamá sigue dando de qué hablar, y no precisamente por su labor legislativa. La atención se ha centrado en las sumas millonarias destinadas al pago de planilla, que ascienden a la suma de $6.8 millones mensuales para 3,724 funcionarios. ¿El problema? Muchos de estos empleados tienen la etiqueta de “padrinos políticos” en sus contratos, lo que ha desatado una ola de críticas por falta de transparencia y un posible favoritismo.
¿Quiénes están en la cima de la pirámide salarial?
Entre los 71 diputados que ganan $7,000 al mes, el verdadero festín lo tienen unos pocos funcionarios que se llevan el premio al mejor salario en la Asamblea. María Fernández, la directora de Administración y Finanzas, encabeza la lista con $7,000 mensuales. Le siguen Ceila Peñalba y Madeline de Icaza, con $6,500 cada una. Todas estas estrellas se sumaron al equipo tras la llegada de Dana Castañeda a la presidencia, lo que ha provocado un gran revuelo.
La cara conocida del ranking
Entre los nombres que brillan por sus sueldos altos, Ceila Peñalba, exsecretaria general del Tribunal Electoral, y Madeline de Icaza, hija del exdiputado Aris de Icaza, no son del todo nuevos para la política panameña. ¿Y qué hay de Darinel Espino, el asesor técnico especializado del PRD, que también se lleva $5,500 mensuales?
El grupo de los $5,000
Pero el club de los $5,000 no se queda atrás. Aquí encontramos a 70 funcionarios, entre asistentes administrativos, asesores y secretarias, que disfrutan de un salario jugoso. Entre ellos, Alaín Cedeño hijo, asesor y representante del corregimiento de Las Garzas, y Jessica Canto, asesora II y amiga cercana de la diputada Shirley Castañeda, tienen un lugar destacado.
El debate se enciende
El exdiputado Juan Diego Vásquez no se guarda nada y afirma que Dana Castañeda, actual presidenta de la Asamblea, no puede desmantelar un sistema del que ella misma es parte.
Según Vásquez, la realidad es que de los más de 3,000 empleados en la Asamblea, solo unos 500 realmente trabajan, mientras que el resto parece ser más una cuestión de “favores políticos”. Aunque Castañeda asegura que ha desvinculado a entre 300 y 400 funcionarios, la duda persiste.
La Asamblea Nacional sigue siendo un escenario de grandes salarios y conexiones políticas, donde el debate sobre la transparencia y la eficiencia continúa. ¿Qué futuro le espera a esta planilla millonaria? ¡La polémica está servida!
Con información de prensa.com y Ohigginis Arcia Jaramillo