Las medidas de contención del contagio del nuevo coronavirus en el país no permiten el acompañamiento de los familiares de los enfermos, y los que han llegado a fallecer por esta causa, son cremados sin que muchos de sus familiares puedan darle el último adiós.
Así lo plantea el Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, quien ofrece una opción para los dolientes ante este panorama.
“En la Arquidiócesis Panamá queremos ofrecerles a los deudos la posibilidad de colocar las cenizas de su difunto en diversos lugares, mientras dure esta pandemia y se pueda hacer el funeral”, explica Ulloa.
Informa que oportunamente estarán anunciando el lugar y horario de atención.
Ulloa aclaró que por el momento “los funerales se estarán celebrando, según lo prescrito por los Ministros de Salud y Seguridad, con un máximo de cinco personas”.
Sin embargo, dijo que “la Iglesia presenta esta otra medida a la feligresía para quienes desean tener un lugar digno mientras pasa la pandemia, y así hacer menos doloroso el duelo, y luego -pasada esta emergencia- dar cristiana sepultura con mayor afluencia de deudos”.
Ulloa dice ser consciente de que “en este momento nos enfrentamos a una realidad muy dolorosa, por el COVID-19” y asegura que “las medidas de contención del contagio son necesarias para contener posibles contagios e incluso por la protección de los mismos familiares del difunto”.
IGUAL PUEDE VER AQUí: ¿Quieres ser voluntario? El Mides y Conavol lanzan convocatoria para sumar más a la labor social contra el Covid-19
No obstante, considera que “esto no atenúa el dolor de no poder estar con la persona fallecida en los últimos momentos de su vida y sin la posibilidad de decirle adiós. Solo quedan sus restos en una cajita hasta que podamos celebrarle sus honras fúnebres según nuestra tradición, cuando se haya controlado el CONVID-19”.
Mientras tanto, dijo, “pueden colocar sus intenciones por el fiel difunto, en Radio Hogar, FETV o en las misas de las parroquias que se transmiten por Internet”.
Además, animó a los presbíteros a atender a los enfermos y agonizantes, visitándolos y confortándolos en el Señor. “En estos tiempos de coronavirus, estamos realizando una de las más grandes obras de misericordia, dar consuelo al que sufre y enterrar a los muertos. Dios les pague y recompense. Gracias por este servicio permanente”, dijo.
“Hoy más que nunca estamos llamados a ser los Buenos Samaritanos de la actualidad, irradiando a la persona de Jesucristo y brindando ese valioso acompañamiento pastoral que necesita la persona tanto enferma, como los que han perdido a sus seres queridos”, reiteró el Arzobispo de Panamá.
VEA ADEMÁS: A Nito ‘se le cayó el país encima’ en pleno conversatorio