LeBron James ha sido una fuerza dominante en la NBA durante más de dos décadas. Con 40 años, sigue publicando números de élite, 23 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes por partido. Sin embargo, una estadística inquietante ha salido a la luz esta temporada, los Lakers tienen un diferencial de -2.7 en los minutos que él juega.
Para poner esto en contexto, en sus 21 temporadas en la NBA, solo dos veces antes un equipo con LeBron ha tenido una diferencia de puntos negativa cuando él está en cancha, en su año de novato con Cleveland (2003-04) y en la desastrosa campaña 2021-22 con los Lakers, cuando el equipo apenas ganó 33 juegos.
¿Por qué ocurre esto ahora?
Parte de la respuesta está en la construcción del equipo. Los Lakers han dependido excesivamente de LeBron y Anthony Davis, sin una tercera estrella confiable. Las alineaciones han sido inconsistentes, y los jugadores de rol no han tenido el impacto esperado. A pesar de que los Lakers tienen un récord positivo, su éxito se ha basado en vencer a equipos débiles (16-2 contra rivales con menos de .500).
Otro factor clave es el estilo de juego. LeBron sigue siendo increíblemente eficiente, pero ya no puede cargar con la ofensiva y la defensa como antes. A esto se suma el hecho de que las alineaciones con él y Davis no están generando una ventaja clara.
Este dato no significa que LeBron haya dejado de ser un jugador de élite, pero sí plantea preguntas sobre la dirección del equipo. Los Lakers siguen pensando que están “a un jugador” de ser contendientes, pero ¿y si el problema es más profundo?
El tiempo dirá si los Lakers logran ajustar su estrategia o si este es el inicio de una transición para la franquicia y la carrera de LeBron James.