“Yo soy negra y origen humilde y no tengo que vestirme de pobre”, así reaccionó la diputada de Arraiján, Kayra Harding cuando se vio obligada a retirar el proyecto de ley que buscaba endurecer las penas por saqueo y vandalismo.
Resulta que hace unos días, la diputada del PRD propuso modificar el artículo 214 del Código Penal que fija sanciones de cinco a diez años de prisión por hurto agravado, luego que la tienda de un pequeño comerciante fue saqueada en la ciudad capital y las imágenes se hicieran virales.
La diputada de Arraiján buscaba que las penas se aumentaran de seis a 12 años de prisión y no se le concediera derecho a fianza a la persona que cometiera saqueos o vandalismos.
Este proyecto fue prohijado y aprobado en primer debate por la Comisión de Gobierno y esta tarde del martes 7 de abril se inició su discusión en segundo debate.
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El primero que se enfiló contra la iniciativa fue el diputado de Colón del PRD, Jahiro “Bolota” Salazar, quien dijo que no estaba de acuerdo y no era porque apoyaba estas acciones, sino que al pueblo siempre se le busca castigar, pero no a los ricachones.
Seguidamente, el diputado del 8-7, Crispiano Adames, dijo que si el proyecto se aprobaba era como declararle la guerra a los sicarios.
“En mi circuito hay sicarios de 9 y 10 años, que no le tienen miedo a la muerte y la guerra que le tenemos que declarar es la de la intervención social”, argumentó Adames.
Recordó incluso que la fallida campaña presidencial de Juan Carlos Navarro propuso endurecer las penas y fue rechazada y por eso no estaba de acuerdo con endurecer sanciones, sino que antes haya un esfuerzo por convencer y ayudar a estas personas socialmente
Le respondió a su copartidaria Harding y dijo que también tenía sangre negra y que nació en San Felipe y se crió en San Miguelito y no tenía que inventar su origen humilde, pero que la propuesta debía ser cuidadosa.
Ante eso, a la diputada Harding, quien preside la Comisión de Infraestuctura, no le quedó otra que retirar su proyecto porque era una “mujer de consenso” y lo que menos buscaba era legislar contra la gente humilde.
La que no intervino en el momento oportuno, pero luego dijo que estaba de acuerdo con la dura sanción fue la diputada Zulay Rodríguez.
La experiencia legislativa indica que cuando un proyecto se retira o se baja a primer debate generalmente no vuelve el pleno para su aprobación.