En un rincón de Arraiján, Valle del Sol, Calle 28 la angustia y la desesperación se apoderan de la vida de la señora Esperanza Tejada Piti, de 52 años.
Su voz, entrecortada por el dolor y la impotencia, clama por ayuda, no solo para ella, sino para su esposo de 83 años, quien enfrenta serios problemas de salud. Un hombre que solía ser fuerte y activo ahora se encuentra postrado en la cama, lidiando con cataratas que han dejado su visión limitada, dependiente de la asistencia de su amada esposa.
La situación es alarmante. “Mi esposo no ha ido al médico en un año”, confiesa Esperanza con lágrimas en los ojos, mientras relata que la falta de recursos económicos los ha empujado a una crisis insostenible.
Para agravar su miseria, el colchón donde su esposo descansa está deteriorado, y la vivienda, que debiera ser un refugio, es un constante recordatorio de su penosa realidad. Con un palo de madera sosteniendo parte del techo y goteras que convierten cada lluvia en una tragedia, la familia Tejada enfrenta una lucha diaria por la supervivencia.
Sin agua potable y recurriendo a un pozo o al agua de lluvia, las necesidades básicas se convierten en una batalla más. Las puertas de su hogar están tan deterioradas que podrían ceder en cualquier momento, mientras sus hijos, aunque intentan ayudar, no cuentan con trabajos estables para aliviar la carga.
“Nuestra situación es crítica”, sostiene Esperanza, quien también batalla con dolencias en las rodillas y un alto nivel de colesterol en la sangre.
A pesar de haber acudido a la Junta Comunal y a la alcaldesa Estefany Peñalba, la respuesta ha sido inexistente. “Necesitamos empleo y apoyo para mejorar nuestra casa”, ruega la señora Tejada, cuya situación es un reflejo desgarrador de la lucha por la dignidad en medio de la adversidad.
La familia no solo busca empleo; también necesita pañales, alimentos y ropa. Si deseas ayudar a la familia Tejada en esta difícil situación, puedes contactarla al número de celular de la periodista Emily Sánchez: 6231-2852. Este lunes, el equipo de Mi Diario estará llevando las donaciones, esperando aliviar al menos un poco de su carga.