El crimen organizado no es cuento en Panamá y cada días nos sorprende más.
Resulta que hay hechos recientes que prenden las alarmas, sin que en Panamá las autoridades digan mucho sobre los tentáculos de estas personas.
Resulta que en febrero se dio la entrega de “La Patrona”, hermana del diputado panameñista Elías Vigil y mujer del jefe de la pandilla “HP”, “Rober”, quien sigue prófugo de la justicia, aunque en Panamá se ofrece recompensa por su captura.
Como si ese escándalo fuera poco, porque La Patrona logró regresar a su casa y posteriormente fue devuelta a la cárcel porque está acusada por delincuencia organizada.
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Pero Teresina Vigil no fue la única mujer en líos con la justicia. Se le sumó la santeña Nicel Solano Pérez, (la funcionaria HP), quien fue imputada y detenida por corrupción porque supuestamente soplaba a la pandilla Humildad y Pureza de las acciones policiales porque laboraba en el despacho de la magistrada de la Sala Penal, Maribel Cornejo Batista.

Al final la detención de la funcionaria del Órgano Judicial puso en evidencia que ni los despachos de los magistrados de la Corte están exentos de los tentáculos del crimen organizado en Panamá.
Como si la participación de estas mujeres fuera poco en acciones al margen de la ley, en Costa Rica sigue detenido “Cholo Chorrillo” esperando ser entregado a las autoridades de Estados Unidos, que lo acusa de tráficos de drogas hacia ese país.
Pero resulta que “Cholo Chorrillo” era el líder de la pandilla Bagdad en Panamá y de seguro debe tener propiedades y tentáculos en varios sectores del país.
Jorge Rubén Camargo fue detenido con dos de sus familiares, pero en Costa Rica tenía dos casas de seguridad, manejaba dinero en efectivo, tenía seguridad personal, armas y se supone que desde el vecino país lideraba la pandilla Bagdad.
Pero acá las autoridades locales dicen poco sobre sus operaciones porque extrañamente en nuestro país “Cholo Chorrillo” no tiene proceso penal abierto, pero sí abogados y hasta ayuda de un subteniente de la Policía Nacional, que ya fue detenido y que era el que manejaba la operación de “Bagdad” en su ausencia.
Debe reconocerse que la detención de estas personas es un golpe al crimen organizado, pero de seguro no son los únicos porque los tres demuestran que tenían poder y recursos para sus operaciones en Panamá y Costa Rica.