El exalcalde de Panamá, José Luis Fábrega, acudió al rescate de la empresa que tiene la concesión para cobrar las tasas y tributos municipales, cuando esta alegó que la pandemia de COVID-19 había provocado una “inestabilidad jurídica y económica”. Multibank Inc., que asumió el contrato en 2008, tras la salida de DSI Centroamérica, S.A., no pudo cumplir con las “metas de recaudación” debido a las medidas adoptadas en plena crisis sanitaria. ¿La solución? Fábrega, con el visto bueno del Consejo Municipal, firmó la famosa Adenda 5 para “reponer el equilibrio económico” del contratista.
El detalle oscuro
En lugar de transparencia, Fábrega nunca emitió un comunicado ni publicó la adenda en la Gaceta Oficial. ¿Resultado? El Municipio de Panamá se comprometió a pagar $683,000 mensuales, sumando más de $8.1 millones anuales. En comparación, el contrato original estipulaba pagos de solo $75,000 al mes. Además, Multibank recibiría una jugosa comisión del 6.5% sobre la recaudación anual base de $72 millones, aunque en la práctica, el municipio recauda más de $136 millones al año.
El misterio del ARI
Por si fuera poco, el Municipio pagará otros $8 millones por el sistema ARI (Asistente en la Recaudación de Impuestos), con pagos iniciales, finales y cuotas que elevan la factura. Todo esto mientras las nuevas autoridades ni siquiera conocían la existencia de esta adenda, firmada en noviembre de 2020 y refrendada en marzo de 2021.
¿Cómo empezó todo?
La historia se remonta a 2006, cuando el entonces alcalde Juan Carlos Navarro firmó un contrato con DSI Centroamérica para “apoyar” la recaudación de impuestos, algo que legalmente ya correspondía a la Tesorería Municipal. ¿El resultado? Multibank terminó asumiendo el contrato tras incumplimientos de DSI y desde entonces han llovido las adendas, prorrogando el contrato hasta 2028, sin convocatoria a un nuevo acto público.
Finanzas en crisis
Hoy, el alcalde Mayer Mizrachi hereda una crisis fiscal que atribuye a Fábrega, con juntas comunales denunciando falta de fondos. A pesar de los recortes, Mizrachi alega que solo puede “llegar hasta donde la manta da”. ¿Y Fábrega? No atendió las consultas de La Prensa.
Un contrato que huele a problema desde el principio, con millones en juego y decisiones a puerta cerrada. ¿Quién pagará la cuenta?
Con información de prensa.con y Andrea Salcedo Llaurado