Era de esperarse. Desde hace años se desconocen los estados financieros de la Caja de Seguro Social (CSS), pero la situación parece ser más alarmante de lo que se estimaba.
Esta mañana, el subdirector de la entidad, Francisco Bustamante, lanzó un “bomba”. Dijo que las reservas del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte, solo tienen fondos para pagar las pensiones de los jubilados existentes (unos 283 mil) por los próximos 18 meses.
Bustamente explicó que en el 2018 se usaron 48 millones de las reservas del IVM para pagar las pensiones y a la fecha ya son 297 millones de las reservas utilizados.
La situación es tan complicada que Bustamente dijo que solo tiene dos salidas si no se usan las reservas del programa: No pagar las pensiones y no pagar las pensiones".
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Explicó que antes de la pandemia del coronovirus se esperaba que las finanzas tenían un periodo de vida de 29 años para hacerle frente a las pensiones y era tiempo suficiente para aplicar las reformas que se requieren, pero la situación ha cambiado.
Agregó en TVN Radio que luego de 18 meses se quedarán con cero centavos en el programa y dejó claro que no se podrían pagar las pensiones.
Además muchas de las reservas de ese fondo de pensiones están en bonos y pagarés, cuyo único respaldo es el Estado, es decir no habría dinero líquido para hacerle frente a las obligaciones ya contraídas con los 283 mil jubilados que hay en el país.
Esto obligaría al gobierno ha plantear una nueva reforma a la Ley del Seguro. Ya se hizo en el 2025, pero ahora hay que revisar el programa de pensiones con sus dos opciones el sistema mixto y el solidario.
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El sector empresarial ha venido presionando a los gobiernos para que se hagan públicos los estados financieros auditados del Seguro, pero esto no ha sido posible todavía. Encima, hay varios miembros de la junta directiva investigados por las recientes licitaciones en la entidad y la Asamblea Nacional frenó la ratificación de varios nuevos miembros sin dar ninguna explicación.
La situación planteada por el funcionario es seria porque solo se refiere a las obligaciones que ya tiene la Caja con los actuales jubilados, sin tener en cuenta los trabajadores que cotizan y que si se acaban las reservas no habría dinero ni para pagar las pensiones vigentes, menos para las futuras.
Con la pandemia del coronavirus la mayoría de las empresas han tenido que cerrar sus puertas y los trabajadores han perdido sus empleos. Esto afecta directamente las finanzas de la entidad porque se dejan de percibir los fondos para sus programas de administración, enfermedad y maternidad, pensiones y riesgos profesionales.