”¡No asusten a los viejos de este país!”, así de claro fue el mensaje de varios grupos de jubilados al Gobierno panameño. A pocos días de que termine el 2024, piden que no se acelere la discusión de las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS) y que se garantice, sin titubeos, el pago de sus pensiones.
Guillermo Cortés, del Movimiento Mundo, alzó la voz y recordó que apenas quedan 10 días para que se acabe el año, por lo que no tiene sentido apresurar un tema tan serio. Cortés cree que el debate debería extenderse hasta el 2025, o al menos hasta el 31 de enero, para analizar con calma las modificaciones. “El dinero de nuestras pensiones ya debe estar contemplado en el presupuesto, así que no entiendo la insistencia en elevar las cuotas a 13 o 15%. Eso simplemente no va a ocurrir”, advirtió.
La preocupación surge porque el Gobierno ha insinuado que, si las reformas no se aprueban antes del 31 de diciembre, las pensiones podrían reducirse a partir de enero. Pero no solo los jubilados están en contra de esta prisa: la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, así como varias bancadas de la Asamblea, coinciden en que es mejor retomar el debate en 2025.
Los jubilados insisten en que se escuchen sus propuestas, entre ellas mantener la cartera de préstamos para pensionados, resolver el problema crónico del desabastecimiento de medicamentos y acortar los largos tiempos de espera para citas médicas. Además, piden adelantar a 2025 el ajuste anual de las pensiones, programado para empezar en 2029.
Mientras las consultas ciudadanas concluyen este miércoles en la provincia de Darién, los jubilados dejan un mensaje claro para el presidente José Raúl Mulino y los diputados: “Nada de aprobar esto a la carrera y sin discusión, porque estamos hablando del futuro de miles de panameños”.