El Instituto Profesional y Técnico (IPT) de Capira, en Panamá Oeste, enfrenta una grave crisis sanitaria tras detectar contaminación en el agua y un brote de síntomas entre los estudiantes. El problema comenzó con un estudiante que sufrió convulsiones y no recibió atención adecuada en la Ulaps de la Caja de Seguro Social (CSS), lo que desencadenó una investigación del Ministerio de Salud (Minsa).
Entre el 13 y el 31 de marzo, se registraron 10 casos adicionales de estudiantes con síntomas como dolor en el pecho, sudoración, agitación, dolor de cabeza y episodios convulsivos. Cuatro de ellos fueron hospitalizados, dos ya han sido dados de alta y los otros dos siguen en observación.
Ante esta situación, se activaron las alarmas epidemiológicas y se ordenó el cierre del bachillerato Agropecuario del IPT de Capira. Posteriormente, la medida se extendió al bachillerato en Ciencias y Comercio, dejando la escuela completamente cerrada.
El Departamento de Saneamiento Ambiental detectó la presencia de organismos coliformes en el agua del plantel, lo que indica una contaminación del suministro. El colegio, con más de 50 años de antigüedad, obtiene agua de pozos y no cuenta con conexión a agua potable, lo que podría haber contribuido al problema. Además, las inspecciones revelaron que los tanques de reserva de agua no recibían el mantenimiento adecuado, lo que facilitó la proliferación de bacterias.
El Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación (Meduca) y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) están trabajando en conjunto para abordar la crisis. Se han tomado medidas urgentes como la capacitación del personal para la gestión del agua y la sustitución de los tanques de almacenamiento. Además, el colegio tiene un proyecto de renovación o construcción de nuevas instalaciones, lo que podría mejorar las condiciones a futuro.
En la Escuela Harmodio Arias Madrid de Chame también se investigó un posible brote con síntomas similares, pero no se encontraron irregularidades en la infraestructura ni en la calidad del agua. Las autoridades continúan monitoreando la situación y realizando pruebas adicionales para garantizar la seguridad de los estudiantes y prevenir futuros incidentes.