Los esposos José Gaby Carrizo y Julieta Spiegel de Carrizo pasaron de residir en un barrio de modestas casas en Villa Belén, en Penonomé, a un costoso apartamento en Costa del Este, a las pocas semanas de haber sido electo vicepresidente de la República, a mediados de 2019.
Pero, además, su esposa así como su suegro, Julio Spiegel Richa– crearon dos fundaciones de interés privado, en cuyos terrenos en Penonomé, se terminan de construir dos costosas mansiones de las que Carrizo y su esposa se han negado a hablar.
Gaby Carrizo y Julieta Spiegel en 2019 pasaron a ocupar un apartamento de 630 metros cuadrados en Costa del Este, luego de que Carrizo fue elegido en el cargo que hoy ocupa. Este apartamento pertenece a una sociedad denominada Nano Properties, Corp., que sufrió un cambio de dignatarios cuando el inmueble fue vendido en 2019.
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La sociedad ahora es presidida por Julieta Spiegel de Carrizo. Se desconoce cuánto se pagó por este apartamento, aunque su dueño anterior pagó por este casi $1.5 millones.
El trámite legal de esta compra-venta corrió por cuenta del socio de Carrizo, el abogado Luis Acevedo Ureña y, a diferencia de los inmuebles que se construyen en Penonomé –protegidos por sendas fundaciones de interés privado– el apartamento en Costa del Este está a nombre de una sociedad anónima.
Fundaciones Llano Marín I y II
Mientras tanto, a principios del año pasado, Julieta Spiegel de Carrizo comenzó a comprar varios lotes de terreno de 829, 815 y 674 metros cuadrados, para un total de 2 mil 318 metros cuadrados, cada uno a un costo individual de $5 mil. Incluso, le compró a su esposo –en $5 mil también– un lote de unos mil 200 metros cuadrados, segregado de una finca que tiene a nombre de la sociedad Contac Global Services, Corp. de la que Carrizo es su presidente, y su secretario es Roy Cortizo Cohen, hermano del presidente de la República, Laurentino Cortizo.
Casi de forma simultánea, Acevedo tramitó la creación de dos fundaciones: Llano Marín I y Llano Marín II. La primera, presidida por Julieta Spiegel de Carrizo, y la segunda, por su padre, Julio Spiegel Richa. Una fundación de interés privado es una figura jurídica que protege los bienes que le han sido otorgados, en cumplimiento de la voluntad del fundador. Su patrimonio es independiente del fundador, y por ello, los activos de una fundación son inembargables por causas imputadas al fundador.
Constituidas estas fundaciones, la esposa del vicepresidente “vendió” tres de sus lotes a la Fundación Llano Marín I, al mismo precio que las adquirió. El modelo de escritura decía: “Julieta Spiegel Fernández […] actuando en su propio nombre y representación, en adelante denominada la vendedora, por una parte, y por la otra, Julieta Spiegel Fernández, de generales antes descritas, actuando en nombre y representación de Fundación Llano Marín I […] en adelante la compradora…”.
A su vez, Julio Spiegel Richa, suegro del vicepresidente, le compró a su hija uno de sus lotes y luego agregó otros dos, todos adyacentes uno del otro, para crear una propiedad –dividida por una calle– en la que se están terminando de construir dos costosas mansiones, dotadas de piscinas y amplios jardines, en casi media hectárea de tierras.
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Las enormes residencias contarán con electricidad trifásica, que llega hasta la finca donde se ubican los nuevos inmuebles, y que se extiende a lo largo de un terreno –fuera de la zona amurallada de las mansiones– hasta llegar a lo que parecen ser unas caballerizas, facilidades para equinos y una zona de recreo con una gran instalación física. Un elevado muro que rodea las costosas residencias comenzó a construirse cuando ya se levantaba una de las mansiones y la otra empezaba a edificarse.
Un dato interesante es que la madre de Julieta Spiegel de Carrizo, a principios de este año, compró una casa en el barrio de Miraflores en Penonomé, a poca distancia de las mansiones. Estas casas en Miraflores están dirigidas al mercado de la clase media de Penonomé, por esta pagó unos $94 mil.
La compra se hizo, a pesar de que están por concluir las obras en las mansiones pertenecientes a las fundaciones Llano Marín I y II, en las que Julieta Fernández de Spiegel aparece como dignataria.