La coyuntura no podía ser más acorde. Previo a la celebración del Día Internacional del Agua, el Centro Educativo Básico General (CEBG) Bilingüe de El Ñajú, en el corregimiento de Chilibre, se convirtió en el primer plantel del área norte de la provincia de Panamá en contar con una “escuela de lluvia”.
“En El Ñajú ya no tenemos problemas de agua”, destacó ayer martes la directora Regional de Educación de Panamá Norte, Damaris Herrera, en el acto inaugural, donde destacó que las interrupciones del líquido que muchas veces provocan la suspensión de clases son cosa del pasado en ese plantel.
El programa “Escuela de Lluvias” se ejecutó en El Ñajú con la participación conjunta de la empresa Procter & Gamble (P&G), United Way Panama y Panamá Rainwater.
Paula Villaseñor, directora de Comunicaciones Corporativas de P&G, expuso que uno de los ejes prioritarios de esta empresa internacional es la protección y conservación del agua, sobre todo en cuencas prioritarias con estrés hídrico (reducción o pérdida de las fuentes de agua).
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Acotó que el proyecto busca que los colegios que no tienen un servicio de agua continuo -o baños higiénicos- lo tengan. La iniciativa consiste en un sistema de captación, filtración y potabilización del agua, la que puede darse a través de la lluvia o el rocío, que comúnmente se le conoce como sereno.
Esta tecnología va acompañada de un programa educativo a niños para que se conviertan en “guardianes de la lluvia” y lleven a su entorno familiar y comunitario el cuidado de este recurso.
Villaseñor informó que tienen un programa piloto para Darién y prevén seguir abriendo más escuelas de lluvia.
El programa integral “escuela de lluvia” forma parte del programa Agua Limpia para los Niños de P&G, el cual ha entregado 20 mil millones de litros de agua limpia en 93 países, y como parte de su Ambición 2030, en la que P&G está colaborando con aliados para proteger el agua en 18 cuencas prioritarias con estrés hídrico en 7 países para las personas y la vida silvestre, incluidos algunos países en América Latina como México.
Por su parte, Idayra Cooper, coordinadora del programa “Nacer aprendiendo”, de United Way Panamá, manifestó que la iniciativa tiene un impacto directo sobre los 400 estudiantes del plantel, así como del personal educativo y administrativo. “Es impacto para la salud, la alimentación y las necesidades básicas”.
Dijo que desde el Fondo Unido de Panamá trabajan en la formación de docentes, niños, además de dotar insumos para proyectos, pero siempre trabajando de la mano con la comunidad.
“Eso garantiza que una vez salgamos del lugar, en el mismo queden capacidades instaladas”.