La crisis migratoria en el Tapón del Darién, entre Panamá y Colombia, afecta especialmente a los niños, niñas y adolescentes, quienes se han convertido en el grupo más vulnerable en esta travesía llena de peligros y condiciones extremas. La selva del Darién, conocida por sus terrenos inhóspitos y clima severo, pone en riesgo a millas de menores que acompañan a sus familias en busca de un futuro mejor.
Datos alarmantes
Este año, se han reportado 55,817 menores de edad cruzando el Darién entre enero y septiembre. Aunque en 2024 la cifra ha bajado debido al cierre de varias rutas, la situación sigue siendo preocupante, especialmente si consideramos que en los últimos cinco años un total de 240,612 niños, niñas y adolescentes han atravesado esta ruta.
Cifras trágicas: En 2024 se han registrado 172 migrantes muertos o desaparecidos en esta selva mortal, y se estima que el 21% del total de migrantes de este año, unos 263,296 , son menores.
La travesía que deja marcas
Un caso que simboliza esta tragedia es el de Rosmery González , una migrante venezolana que perdió a su hijo Samuel, de cuatro años, ya su esposo durante una crecida inesperada del río en 2021. Con voz quebrada, Rosmery cuenta cómo “una parte de mí “Se quedó en la selva”. Ahora vive en Panamá Oeste, decidida a no dejar el país hasta tener noticias de su familia.
Este tipo de historias se repite entre millas de niños y adolescentes que, muchas veces, cruzan sin la compañía de sus padres, enfrentándose a una de las rutas migratorias más peligrosas de América.
Niños migrantes no acompañados
Los menores que llegan a Panamá acompañados por familiares distintos a sus padres también son un tema de preocupación. En 2022 se registraron 420 casos de menores en esta situación, mientras que en 2023 fueron 356 y en los primeros meses de 2024 ya se han reportado 40 casos .
Un llamado a la acción
Autoridades panameñas, como el defensor del pueblo Eduardo Leblanc González, advierten sobre la crisis en aumento. A pesar de los esfuerzos por controlar el flujo migratorio, la ruta colombo-panameña se ha consolidado como un paso clave. Además, el crecimiento de menores migrantes ha superado al de la población general, evidenciando una crisis humanitaria que exige atención urgente.