¡Becas volando… pero en promesas! La Asamblea Nacional ha citado oficialmente a Gabriel Cajiga, director del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos (IFARHU), para que rinda cuentas sobre un escándalo que ya rebasa la paciencia ciudadana: el retraso masivo en los pagos de becas, la nueva política de asignación, y el cierre de internados educativos que han dejado a estudiantes más colgados que poste de luz en época de campaña.
La presidenta de la Asamblea, Dana Castañeda, presentó la moción que fue respaldada por el pleno, armando un “test político” de 15 preguntas que Cajiga deberá responder en los próximos días. Pero la cosa va más allá del interrogatorio.
Un déficit que ni con tutorías se arregla
Según fuentes legislativas y datos oficiales, el IFARHU enfrenta un hueco financiero del tamaño de una planilla estatal. Aunque el presupuesto 2025 contempla $46 millones para nuevas becas y $93 millones para becas vigentes, la realidad es que se necesitan más de $190 millones para cubrir compromisos… y todo por una lluvia de becas repartidas en los primeros 4 meses del 2024, cuando el ambiente electoral estaba más caliente que fritura en fonda.
Nada menos que 40 mil nuevas becas fueron otorgadas en ese período por la administración anterior, dejando al IFARHU como el padrastro que prometió regalos para todos… y se quedó sin quincena.
Mientras tanto, estudiantes sobresalientes, con promedios que rayan en la excelencia, aún no han recibido ni un centavo. Y si preguntan, les responden con frases como “estamos evaluando” o “el sistema está en proceso”.
Como si no fuera suficiente, también deberán explicar el cierre de internados educativos en Coclesito y Penonomé, que afectó la vida académica de cientos de jóvenes. ¿Y la solución? Pues todavía está “en revisión”, al igual que los depósitos.