El pasado viernes 30 de agosto, Maybelline fue víctima de discriminación en una discoteca ubicada en el Casco Antiguo de la Ciudad de Panamá. Después de haber disfrutado de la noche con amigos, intentó ingresar a un segundo establecimiento, donde le fue negada la entrada por ser una mujer trans. El personal de seguridad justificó la decisión diciendo que la política del lugar, supuestamente respaldada por la policía, no permitía la entrada a personas trans.
Sin embargo, cuando Maybelline y su acompañante consultaron con un oficial de policía cercano, les informaron que tal restricción no existía. Al regresar al lugar, la justificación cambió, alegando que se trataba de una fiesta privada, lo cual fue desmentido por las personas que estaban entrando sin ningún tipo de código o invitación.
Testimonio de Maybelline: Lucha y resiliencia en la comunidad trans de Panamá
Maybelline es una joven panameña de 19 años que se identifica como mujer trans. Desde los 14 años, ha estado activamente involucrada en el activismo por los derechos de la comunidad LGBTQ+, con un enfoque particular en visibilizar y defender los derechos de las personas trans, quienes a menudo son las más vulnerables dentro de esta comunidad.
Inicio en el activismo
Maybelline comenzó su activismo con el grupo “Salva el Grillo,” un colectivo que trabaja todo el año en pro de los derechos de la comunidad LGBTQ+. A los 17 años, también formó parte de la primera mesa trans en Panamá, que luchaba por la creación de una ley de identidad de género. Sin embargo, tuvo que hacer una pausa en su activismo para concentrarse en sus estudios de sociología, aunque nunca dejó de visibilizar sus experiencias como mujer trans.
Desafíos en el sistema educativo
Maybelline comparte que su primer encuentro con la discriminación ocurrió en la escuela primaria, donde una profesora le sugirió a sus compañeras que no interactuaran con ella para no “volverla ma*+-ón.” Este incidente marcó su vida, ya que en ese momento aún no comprendía lo que significaba ser gay o trans. A lo largo de su educación, Maybelline enfrentó varios episodios de discriminación, incluyendo agresiones físicas, pero en su último año de secundaria, experimentó un ambiente más aceptante, tanto por parte de sus compañeros como de sus profesores.
En la universidad, donde estudia sociología, ha encontrado un entorno más abierto y respetuoso. Algunos profesores incluso le preguntan cómo prefiere ser llamada, reconociendo su identidad de género.
Ricardo Beteta, activista destacado por los derechos humanos y la igualdad en Panamá, ha expresado su preocupación por este incidente. Beteta ha estado en contacto con el Observatorio LMT, que trabaja junto a la Defensoría del Pueblo para abordar estos casos. Según Beteta, se están tomando acciones para involucrar a la Defensoría del Pueblo y evaluar la legislación panameña en relación con el acceso a lugares públicos y privados, así como con la protección de la orientación sexual e identidad de género bajo el concepto de “sexo” en la legislación actual.
Beteta ha señalado que la situación vivida por Maybelline desafía el sistema legal y social de Panamá, poniendo a prueba si la protección contra la discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género es realmente efectiva. Además, mencionó que el jueves se realizará una reunión con varios activistas para planificar acciones que visibilicen el estigma y la discriminación en los ambientes públicos y privados. Beteta también destacó la contradicción entre la promoción del Casco Antiguo como un lugar inclusivo y libre de discriminación y la realidad de los eventos recientes.
Por su parte, la Fundación Iguales, a través de un comunicado, condenó enérgicamente cualquier forma de discriminación. La fundación subrayó la importancia de que tanto los espacios públicos como privados garanticen la igualdad sin discriminar a las personas por su identidad de género, protección respaldada por la Convención Americana de Derechos Humanos. En su declaración, instaron a la discoteca Casa Santa a emitir una disculpa pública, educar a su personal y revisar su política interna de no discriminación.
A pesar de los desafíos, Maybelline continúa siendo una voz activa en la lucha por los derechos de las personas trans. Envía un mensaje de resistencia y amor propio a la comunidad trans, resaltando la importancia de no rendirse ante la discriminación y de continuar luchando por la visibilidad y el respeto en la sociedad. También subraya la necesidad de mejorar las condiciones de acceso a la educación y al empleo digno para la población trans en Panamá.