Vasos, platos y juguetes plásticos, neumáticos, basura de todo tipo cubría, como ya es costumbre, el malecón de Costa del Este, en la Bahía de Panamá. Un pequeño ejército de voluntarios la recogía este sábado, no solo para evitar que llegara al mar, sino para transformarla en energía e impulsar la economía circular.
Esta playa está situada frente a una de las urbanizaciones más acomodadas de Ciudad de Panamá y es una de las primeras postales que ven los viajeros que aterrizan en el principal aeropuerto internacional del país, Tocumen. Hasta ella llegan toda clase de desperdicios - incluidos colchones y caparazones de nevaras y lavadoras - arrastrados por ríos que terminan en el mar.
La basura “es un problema global, pero en Panamá está muy marcada la carencia en ese sentido”, afirmó a Efe Yazuri Guido, presidenta de la Fundación Limpia Panamá, la ONG que impulsó la limpieza este sábado en el malecón de Costa del Este.
La actividad, que en esta ocasión se enmarca en el Día Mundial de la Limpieza y de las Playas, ha sido desarrollada por la Fundación “como una forma de concienciación sobre el grave problema de la gestión de desechos que afrontan Panamá y el planeta”, dijo la activista.
Más que las toneladas de basura que se puedan sacar de la playa, cuatro según la meta de esta jornada, y que “por supuesto tiene un impacto en la fauna marina, es la educación ambiental” lo que se quiere difundir.
Hay que “insistir en que se siga dando” la educación ambiental y se conciencie sobre el problema de la basura y sobre uno de sus antídotos, como es la economía circular, explicó Guido.
La economía circular es el modelo económico que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido.
“Nos sentimos, por una parte satisfechos, porque nos llevamos unas toneladas de basura que están aquí”, parte de la cual será “transformada en combustible, lo que es muy bueno porque es parte de la economía circular”, destacó Guido.
TRANSFORMAR LOS RESIDUOS EN ENERGÍA
Parte del residuo no metálico colectado este sábado, especialmente aquel con componentes de plásticos y madera, será sometido a un proceso posterior de transformación en la planta de Panama Waste Management (PWM), una empresa especializada en gestión de residuos que apoya a la Fundación Limpia Panamá.
El material será “procesado para ser llevado posteriormente a Cemex, donde será utilizado como combustible alterno”, dijo a Efe Grace Thorp, gerente de Licitaciones y miembro del Comité Ambiental de la PWM.
La basura seleccionada “es triturada y combinada con otro tipo de desechos hasta obtener un poder calorífico específico y es transportada a Cemex para la alimentación de los hornos involucrados en la producción de cemento”.
“Contamos con una alianza con esta empresa (cementera) para generar lo que es una economía circular, para reutilizar estos desechos y evitar que sean llevados al relleno (sanitario) porque nuestra meta es cero basura a tierra”, agregó Thorp.
LA CRISIS DE LA BASURA
Panamá es el segundo país de América Latina - solo superado por Chile - con más producción de desechos por habitante, alrededor de 1,2 kilos per cápita, según datos de la Cámara de Reciclaje de Panamá.
Panamá de 4,2 millones de habitantes, sufre crisis cíclicas de basura como la que ha quedado evidencia en los últimos meses, con montones de desperdicios malolientes y llenos de alimañas inundando casi toda la capital, en medio de denuncias de incapacidad de las autoridades y de peligros para la salud pública.
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La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP) dijo en junio pasado que la actual crisis va más allá de la alegada falta de camiones recolectores, para ser el resultado del “fracaso del modelo” y el “triste ejemplo” de las consecuencias que pagan los ciudadanos cuando se aplican “soluciones políticas a problemas eminentemente técnicos”.
Fuente: EFE