Hoy juntos podemos renovar nuestra conciencia cívica para rescatar la honestidad y la decencia, destacaba ayer un fundador de la Cruzada Civilista, al cumplirse 35 años de su creación, cuando decidieron enfrentarse a los gorilas de los cuarteles.
La lucha hoy está más viva que nunca en la era democrática porque la corrupción y el abuso de poder están por todos lados. No se puede colgar los guantes y le toca a la nueva generación defender y promover una democracia participativa para que a muchos que no les costó nada la democracia, la justicia y la libertad sean expulsados de los despachos públicos que usurpan.

Recordar este hecho valiente e histórico debe servir de motivación para que los jóvenes con todas sus herramientas tecnológicas y sin perder el patrullaje comunitario sean los que garanticen con su vigor que la lucha por la democracia y contra la corrupción debe ser permanente, porque si no nos quedaremos sin futuro y con miles de problemas educativos, de salud, comida e inseguridad que los politiqueros solo usan para obtener votos y perpetuarse en el poder.