Sentado en un banco a la entrada de la cocina de su casa, don Domitilio sostiene que hasta la misma muchacha ha pedido eso y por eso ha accedido a hacerse las pruebas de ADN.
Para él también fue una sorpresa enterarse de que existía una joven que podría ser Mónica Serrano, ya que él, quien fue fundador de la comunidad en 2004, nunca se fijó en el pasado de las personas que empezaron a poblar el área.
“Fue en 2008 más o menos que la niña llegó a la comunidad junto a sus padres. Creció como una niña guna y la consideramos así, no la discriminamos y la queremos mucho”, indicó.
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Acotó también que con el tiempo la joven se enamoró y decidió a tener una vida en pareja, que nadie se opuso, ni la obligaron a casarse.
Su pareja es el nieto del sagla, por tanto Grifina lo visita mucho. “La siento como si fuera mi hija también, ya forma parte de mi familia”, sostiene don Domitilio.
ES BUENA MUCHACHA
Cuando sus padres fallecieron se quedó bajo el cuidado de su hermano Abel. “La muchacha nunca nos ha dado problemas. Es cooperadora, pues colabora en los asuntos comunales y asiste a escuchar los cantos tradicionales”, sostiene.
En este sentido, Sánchez reveló que Grifina también ha dicho que quiere cambiarse de ropa occidental a “dule mola”, el vestido tradicional, por lo que ya está confeccionando sus “winis” o chaquiras.
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HABLA POCO
Eso lo confirmó ella misma, en una corta conversación que sostuvimos ayer, sábado en Wagandi.
La encontramos parada en la puerta de su casa con una blusita blanca hablando con su hermana.
Un poco sorprendida por un saludo en lengua guna la hizo reír, pero se puso seria de inmediato al saber que otro periodista llegaba nuevamente para conocer su historia.
De salida pidió permiso en lengua guna a su hermana, quien negó toda declaración.
“Hemos dicho que ya no vamos a hablar. Ya hemos repetido lo que se ha sacado en los medios”, dijo la señora que la acompaña.
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Después de insistir accedieron, pero Grifina es de pocas palabras. Hay que sacarle conversación. Sus respuestas son acompañadas de risas y movimientos de cabeza en señal de negación o afirmación.
Contó que solo estudió hasta tercer grado y que sí le gustaría seguir sus estudios.
Añadió que la única persona que la ha ido a ver ha sido el señor viejito que dice ser su tío, aunque se ha perdido.
A la pregunta de qué haría si las pruebas de ADN resulten ser afirmativas, casi imperceptible responde con un “no sé” y una sonrisa tímida.
Allí repitió que se quiere quedar en la comunidad, ya que tiene su vida hecha allí.
¿SERÁ INANADILI?
Grifina es toda una joven guna, cose molas y confecciona winis, que vende en el puesto de ventas de plátanos que tiene en la vía Panamericana.
Si no tiene nombre guna, podría ser Inanadili, que según los relatos gunas era una mujer que vino del cielo y que no siendo de la comunidad poco a poco fue integrándose a la sociedad. Al poco tiempo empezó a revolucionar el estilo de vida de las mujeres, ya que introdujo la forma de hacer dormir a los niños con sus delicados cantos.
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ÚLTIMAS MOVIDAS
Héctor Huertas, el abogado de la comunidad de Wagandi y de Grifina, informó que este lunes se presentará a la Fiscalía Metropolitana a fin de exigir en la investigación de oficio entrevistas con sus posibles hermanastros y las pruebas de ADN, pero que se tenga acceso a los perfiles de ADN que reposan en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la presunta madre de Mónica, eso a petición de Grifina luego de una reunión sostenida ayer y la inexplicable actitud de la señora Mónica de rechazar las pruebas.
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Eso después de que se conocieran los resultados de las pruebas privadas practicadas a la abuela de Mónica Serrano que indicaron un 35% de probabilidad de ser pariente con la joven Grifina, de 17 años de edad.
Datos de interés
Mónica Serrano García fue raptada el 8 de febrero de 2003.
El caso se está retomando luego de que se descubriera que una joven que vive en Wagandi, comarca guna de Madungandi, podría ser Mónica.
Las pruebas de ADN que se realizaron en un laboratorio privado arrojaron que hay 35 % de probabilidad de relación con la abuela materna de la niña.
Solo falta que se cotejen con la señora Mónica de Serrano por parte del Ministerio Público.