¡Qué joya de éxito millonario! El contralor Gerardo Solís ha salido en defensa de su exsubalterna, la abogada Odila Castillo, y de paso, nos regala una versión digna de telenovela. Según él, la historia de Castillo es nada menos que una “maravillosa historia de éxito”. ¡Qué bien por ella y su patrimonio millonario! Si todos pudiéramos comprar propiedades como si fueran empanadas, ¿no?
Eso sí, Solís jura y perjura que no hay delito alguno, aunque parece que alguien insinúa lo contrario. “Sobre las finanzas de Castillo, no sé nada”, dice el buen contralor, y claro, ¿para qué saber? Él solo fue su jefe, ¿qué más podría saber?
Lo interesante es que mientras Castillo pasó de ganar $20,000 en 2020 a adquirir inmuebles por doquier en apenas dos años, todo ha sido gracias a su increíble talento en derecho administrativo. Y por supuesto, todos sus clientes son contratistas del Estado panameño. ¡Qué coincidencia!
Ah, y para aquellos que dudan de la transparencia de la Contraloría, no se preocupen. Solís asegura que ahí no se refrenda nada por influencia. Todo es legal, justificado y fiscalizado con precisión quirúrgica. ¡Corrección ante todo, señoras y señores!