El sector público parecer ser el empleador más importante del país y los políticos no se quedan con los brazos cruzados. Mientras ellos se acomodan, el desempleo por todos lados crece en medio de la pandemia del coronavirus.
Resulta que con la salida de tres ministras mujeres del Gobierno de Nito Cortizo, Rosario Turner de Salud, Markova Concepción, de Desarrollo Social e Inés Samudio del Mivi, hubo familias adeptas al PRD que quedaron bien posicionadas en puestos públicos y salarios.
Resulta que el nuevo ministro de Salud, Luis Fernando Sucre, quien era el viceministro de Turner, su hermano es actual diputado, Javier Sucre por el circuito 8-8 y la hermana de estos Imelda Sucre es la representante de corregimiento de Juan Díaz.
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Imelda Sucre era la suplente de Javier Sucre, pero como este corrió para dos cargos (diputado y representante), la ley lo obliga a ocupar uno y su hermana quedó al frente de la Junta Comunal.
La Corte Suprema de Justicia ha declarado que correr para dos cargos de elección popular no es inconstitucional, pero el Tribunal Electoral en su nueva propuesta de reformas electorales busca que esto no se permita.
Fácilmente el salario mensual de estos tres hermanos en el gobierno del PRD debe superar los 20 mil dólares. Uno es ministro de Estado, otro diputado y la hermana concejal.
Pero los Sucre no son los únicos con poder dentro del PRD, la familia Castillo, del ex diputado Elías Castillo no se queda atrás.
Resulta que Omar Castillo, hijo del también ex directivo del Canal de Panamá es el actual diputado suplente de Javier Sucre y su hermana María Inés Castillo, fue nombrada recientemente por el presidente Cortizo como nueva ministra de Desarrollo Social.
El salario de la ministra Castillo debe superar los 7 mil dólares al mes y su hermano como suplente tiene un salario fijo en la Asamblea Nacional.
Esto evidencia que el país requiere reformas constitucionales y legales para evitar que la gestión pública se convierta en una finca familiar en donde pocos ganan mucho.