Las próximas elecciones generales del 5 de mayo de 2024 en Panamá están marcadas por la presencia de varias dinastías políticas que buscan mantener o alcanzar el poder legislativo con estrategias que incluyen a sus familiares directos como compañeros de fórmula en la Asamblea Nacional.
Entre estos políticos veteranos y otros menos experimentados, se destacan figuras como el diputado Benicio Robinson del PRD, quien busca su octavo período legislativo y presenta a su hijo, Benicio Robinson Junior, como su suplente. Un caso similar es el del diputado Sergio Chello Gálvez de Realizando Metas (RM), quien tiene como suplente a su hija Mercedes Aminta Gálvez.
La tendencia se extiende a otras familias políticas, como la del diputado Alaín Cedeño, quien busca consolidar a su hijo Alaín Cedeño Junior en la Asamblea Nacional como su suplente. Además, hay parejas como Marylín Vallarino y su esposo Agustín Sellhorn, ambos aspirantes a la reelección.
En este panorama también destacan casos como el de la diputada Génesis Arjona del CD, quien aspira a reelegirse en compañía de su esposo Abdul Roner como suplente. Asimismo, figuran casos de padres y madres que optan por estrategias familiares, como el diputado Hernán Delgado, quien será suplente de su hija Ana Irene Delgado.
Una de las situaciones más llamativas es la de Katleen Levy y su madre Cecibel García, quienes buscan retornar al ámbito legislativo, esta vez con Levy como suplente de su progenitora en la Asamblea Nacional.
Además, hay ejemplos de familias completas incursionando en la política, como Dana Castañeda, candidata a diputada por distintas alianzas electorales, acompañada por su hermano Eyber Castañeda Guardia y su sobrina Ina Rodríguez Castañeda, entre otros familiares.
En un escenario marcado por estas dinastías políticas, los panameños observan con atención cómo estas estrategias familiares podrían influir en los resultados de las elecciones y en el futuro del país.
