El periodismo panameño está de luto tras la partida de Urania Cecilia Molina, una reportera incansable cuya voz y pluma marcaron la cobertura de temas esenciales como educación, salud y ambiente. Con más de 25 años de experiencia, su trabajo fue un reflejo de su pasión por la verdad y el compromiso con la sociedad.
Su trayectoria inició en KW Continente, continuó como corresponsal de La Prensa en Panamá Oeste y finalmente se consolidó como parte fundamental del equipo del diario. Su dedicación inquebrantable y su ética profesional la convirtieron en una referencia dentro del gremio.
Para sus colegas, Urania no solo era una periodista meticulosa y apasionada, sino también una compañera siempre dispuesta a ayudar. “Nunca decía no”, recuerdan quienes compartieron con ella redacciones y coberturas.
Su entrega al oficio trascendía el deber: tenía una vocación que la impulsaba a buscar la historia detrás de cada dato, la voz detrás de cada testimonio.
Urania fue una guía y un ejemplo. Su ética de trabajo, generosidad y compromiso dejaron una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de conocerla. Su legado sigue vivo en cada reportaje que escribió, en cada historia que contó con rigor y humanidad.
Urania falleció a sus 63 años de edad tras una valiente batalla contra el cáncer, la misma enfermedad que documentó con compromiso y sensibilidad en sus coberturas periodísticas.
Hoy, el gremio periodístico y quienes la apreciaron despiden con pesar a una profesional ejemplar, cuya luz seguirá brillando en las palabras que nos dejó.
No se ha precisado lugar y fecha de las honras fúnebres.