Sin rodeos. El padrino de Etelvina de Bonagas, la rectora que gana más de 13 mil dólares al mes, se llama “Nito” Cortizo. El primer obrero del país, el presidente de la mecha corta, tuvo la oportunidad de salvar la institucionalidad de la Unachi, pero prefirió ser cómplice de su bancada perredista y permitir que esta rectora, que se cree eterna y faraona, siga en el cargo por cinco años más, a pesar de los escándalos y la falta de transparencia.
Ya en medio de su mandato, el discurso del presidnete Nito Cortizo es puro bla, bla, bla. Está cuadrado con el clientelismo de su partido, el PRD, y con esta luz verde a la reelección de una rectora cuestionada da señales de que están dispuestos a todo para aferrarse al poder político.
Es una pena porque no se trata de personalizar la acción contra una señora, sino de que este Gobierno dijo que la educación era su estrella y mientras no hay docentes, faltan sillas y pupitres y el sistema es un caos desde preescolar hasta la universidad, el presidente y su grupito prefieren la reelección de Etelvina porque la Unachi es una cueva de perredistas.