Mayer Mizrachi, el nuevo alcalde de la ciudad de Panamá, no se anduvo con rodeos y destapó un escándalo mayúsculo en la administración del municipio capitalino.
Resulta que encontró una “planilla cashback”, donde gente estaba nombrada en ciertas juntas comunales, cobraban su salario, pero tenían que devolver una parte al “padrino” que les consiguió el puesto. ¡Vaya descaro!
Mizrachi soltó la bomba en el programa Debate Abierto, transmitido este domingo 7 de julio en Telemetro. El periodista Hugo Famanía no se aguantó y le preguntó quiénes eran esos padrinos.
Mizrachi, con toda la seguridad del mundo, dijo que eran “gente con capital político”, desde representantes hasta el propio alcalde, pasando por allegados, amigos y copartidarios.
Con solo 35 años, Mizrachi tomó las riendas de la alcaldía el 2 de julio, tras ganar las elecciones del 5 de mayo.
Reemplaza a José Luis Fábrega del Partido Revolucionario Democrático, quien, en sus cinco años de gestión, infló la planilla municipal de una manera impresionante.
En 2019, Fábrega recibió la alcaldía con 3,564 funcionarios. Para mayo de 2024, ya eran 6,380 empleados, un aumento del 79%. De estos, el 20% eran promotores comunitarios o auxiliares de promotores.
Apenas llegó, Mizrachi eliminó 75 puestos “no necesarios”, ahorrando 56,800 dólares mensuales, y terminó 2,200 contratos, lo que representa casi 2 millones de dólares de ahorro cada mes.
¿Y las denuncias? Hasta ahora, no se sabe si Mizrachi interpondrá una denuncia por la planilla cashback.
Sin embargo, en las redes sociales los ciudadanos lo piden a gritos.
Este descubrimiento se suma a una lista de irregularidades que las nuevas autoridades locales han encontrado en juntas comunales y municipios: botellas en las planillas, desaparición de registros contables, presupuestos agotados y múltiples deudas, entre otros.
La práctica de las planillas cashback no es nueva y ha sido denunciada en la Asamblea Nacional durante varios quinquenios.
Sin embargo, las denuncias contra los diputados por este mecanismo de corrupción no han prosperado en la Corte Suprema de Justicia, siendo desestimadas por “falta de prueba sumaria”.
Con este hallazgo, Mizrachi ha puesto el dedo en la llaga y ahora queda ver si las promesas de justicia se cumplirán. ¡La ciudad de Panamá está atenta!