ENSA, la empresa distribuidora de energía eléctrica en el noreste de Panamá ha mantenido un compromiso constante con la mejora de la calidad del servicio, con el objetivo de garantizar a sus clientes un suministro eléctrico confiable y eficiente. Por más de dos décadas de trabajo continuo, ENSA ha implementado estrategias que le han permitido reducir progresivamente la cantidad y duración de interrupciones, utilizando indicadores internacionales de referencia como el SAIFI y el SAIDI.
Estos indicadores son esenciales para medir la calidad del servicio eléctrico. El SAIFI refleja la cantidad de veces que los clientes experimentan cortes en el suministro durante un período específico (usualmente año calendario), mientras que el SAIDI evalúa el tiempo acumulado que los usuarios permanecen sin energía en ese mismo período. Ambos parámetros permiten medir de forma precisa la eficiencia del sistema eléctrico, la capacidad de respuesta de la empresa ante fallas y, lo más importante, el impacto de las interrupciones en la experiencia del cliente y la calidad del servicio que se brinda.
En los últimos 12 años (2012-2024), ENSA ha logrado una reducción significativa en ambos indicadores, disminuyendo aproximadamente el 50% de la afectación inicial. Este resultado es aún más notable considerando que, durante este mismo tiempo, la empresa ha visto un incremento del 35% en el número de clientes y de extensión de su red. Este avance demuestra no solo la capacidad de la empresa para satisfacer la creciente demanda de energía en la región, sino también su dedicación a ofrecer un servicio de calidad, sin importar los desafíos que puedan surgir.
El éxito en la reducción de los indicadores SAIFI y SAIDI es el resultado de la oportuna y continua ejecución de un plan integral de expansión, mantenimiento y monitoreo de la infraestructura eléctrica de ENSA. Gracias a estas acciones, las interrupciones en el servicio han disminuido considerablemente, y cuando ocurren, la duración de éstas es mucho más breve y siempre se encuentra por debajo de los límites establecidos por las normativas internacionales y locales.
La empresa también continúa invirtiendo en el desarrollo y modernización de su infraestructura, incorporando equipos de última tecnología y sistemas avanzados de monitoreo que permiten detectar posibles problemas de manera más rápida y eficiente. Con esta tecnología se contribuye a una respuesta más ágil ante cualquier interrupción, asegurando que el servicio se restablezca con la mayor rapidez posible.
Además de la modernización tecnológica, ENSA ha fortalecido su capacidad de respuesta ante emergencias dotándose de un recurso humano capaz y comprometido con la tarea. La compañía ha establecido protocolos que reducen significativamente los tiempos de respuesta en caso de fallas, lo que contribuye a garantizar que los clientes experimenten el menor tiempo posible sin servicio eléctrico.
A través de su compromiso con el desarrollo sostenible y la constante inversión en infraestructura y tecnología, ENSA sigue consolidándose como una de las principales empresas del sector energético del país.