En la Asamblea Nacional pareciera haber una carrera para ver quién es el diputado que más proyectos de ley presenta. Y aunque se reconoce que fueron electos para impulsar legislaciones que favorezcan a sus comunidades y al resto del país, estas no pueden ser caprichosas, individualistas, oportunistas y ajenas al entorno nacional, como ha sido la constante.
El caso más reciente es el del proyecto que unifica los sistemas de salud del país, tema que sin duda se ha ido aplazando por años, pero que de ninguna manera llegará a feliz puerto y con una efectiva ejecución sin la participación y consensos de todos los involucrados, lo que solo se logrará mediante el diálogo y las consultas, algo que en esta ocasión no ocurrió.
Nuestros diputados deben ser conscientes de que la mayoría de los temas que abordan y promueven en la Asamblea Nacional deben estar acompañados de consultas y estudios que avalen su viabilidad, de lo contrario, nos seguirán llenando de leyes que al final terminan convirtiéndose en letra muerta y aumentando la frustración.