Pequeños empresarios de La Villa de Los Santos están en vilo. A pesar de que las condiciones climáticas han mejorado y se ha levantado la alerta roja en la provincia, las autoridades locales aún no han confirmado si las tradicionales festividades del 10 de noviembre se llevarán a cabo. Esta celebración no solo es una tradición cultural, sino también un pilar fundamental para la economía de la región.
Durante una reunión realizada este jueves 7 de noviembre, los comerciantes expresaron su creciente preocupación. “Para nosotros, los santeños, estas fiestas representan una fuente vital de ingresos. Ya hemos invertido en mercancía y preparativos para las diferentes actividades programadas”, comentó uno de los empresarios presentes.
La falta de una respuesta oficial les impide planificar adecuadamente y temen que la cancelación de las festividades pueda agravar la ya difícil situación económica que enfrentan muchos negocios locales. “Agradecemos la ayuda solidaria que hemos recibido de la comunidad y del Gobierno central, pero necesitamos reactivar nuestra economía”, agregó otro comerciante.
Los empresarios hacen un llamado urgente a las autoridades distritales y provinciales para que les brinden una autorización clara sobre la realización de las actividades comerciales y el tradicional desfile. “El comercio festivo es fundamental para nuestra provincia. Si nos quitan estas celebraciones, enfrentaremos serios problemas económicos, pues muchos negocios ya están operando en condiciones difíciles”, señalaron.
La incertidumbre no solo afecta a los comerciantes, sino también a la comunidad en general, que espera con ansias las festividades que forman parte de la identidad cultural de Los Santos. Las fiestas del 10 de noviembre atraen a visitantes de todo el país, generando un importante movimiento económico en sectores como el turismo, la gastronomía y el comercio local.
Los empresarios enfatizan que están dispuestos a cumplir con todas las medidas de seguridad y protocolos necesarios para garantizar el bienestar de los asistentes. “Solo pedimos una decisión pronta que nos permita organizarnos y ofrecer lo mejor a nuestra gente y a quienes nos visitan”, concluyeron.
Mientras tanto, la comunidad permanece a la espera de un pronunciamiento oficial que despeje las dudas y permita que las festividades se desarrollen con normalidad, contribuyendo así al impulso económico que tanto necesita la región.