El control ambiental para el manejo del agua lo tienen 14 comunidades de los distritos de Donoso, Omar Torrijos H. y La Pintada, como resultado de las actividades realizadas por Minera Panamá.
Los pobladores de las 14 comunidades monitorean directamente la calidad del líquido con la participación de un consultor internacional independiente, a través de la continua toma de muestras en diferentes afluentes alrededor de la concesión, que son llevadas luego a un laboratorio elegido por ellos.
Esta iniciativa garantiza la sostenibilidad de un proyecto minero en el cual el manejo responsable del agua juega un rol fundamental. El supervisor de Minera Panamá --Gumercindo Castro destaca que la mina en ninguna de sus fases de producción extrae agua de los ríos ni les quita agua a las comunidades.
Más del 99% del agua empleada por Minera Panamá procede de lluvias, mientras que solo el 0.003% es de agua fresca, que se utiliza en los campamentos para fines domésticos, agrega Castro. La lluvia es recogida en pozas de sedimentación donde unas bombas la succionan y la conducen a los procesos de recuperación del concentrado de cobre. El 78% de la demanda total de agua que requiere el proceso de extracción del mineral se recircula, lo que permite hacer un uso eficiente de los recursos naturales.
El puerto, situado en el extremo norte de Colón y al Oeste de Caimito, está en una zona receptora de más de 5.000 milímetros de agua de lluvia anualmente, lo que hace muy improbable que este sector se quede sin agua y que deba obtenerla de fuentes diversas.
Por otra parte, el proceso de producción de concentrado de cobre requiere de la operación de una planta de energía, la cual usa agua de mar para su enfriamiento y, una vez utilizada retorna a su origen. Esta descarga es monitoreada por un departamento especializado, verificada por un laboratorio certificado y acreditada por el Ministerio de Ambiente.
El puerto es la etapa final de un sofisticado sistema de producción minero iniciado en Donoso, el cual cumple los estándares de manejo de agua más altos del mundo. La mina obtiene el producto de una lluvia con precipitaciones cuyo promedio anual asciende a más de 4.000 milímetros, donde una presa de relaves almacena un inventario de unos 7 millones de metros cúbicos, fuente principal de agua para el proceso de flotación de concentrado de cobre. Mediante este sistema de captación del agua de lluvia, la empresa no obtiene agua fresca de ningún río ni quebrada.
La presa de relaves está catalogada como una de las más grandes y eficientes de Latinoamérica, ocupando un área de 20 kilómetros cuadrados. La presa recoge el material procedente de la mina, o sea roca molida que ya no contiene mineral, la cual se decanta y sedimenta en una especie de playa protegida por dos muros que impiden cualquier fuga. También funge como un reservorio de agua y esa agua se recicla para volver a ser utilizada en el proceso de obtención del mineral.
El agua se conduce en tubos hacia la estación de bombeo, y de ahí se envía a la planta de procesos, que reutiliza el insumo en diferentes ciclos de producción.
Así se cierra el círculo del agua de una mina cuyos principios fundamentales son la sostenibilidad y las comunidades.