Recomendado. Así es el primer volumen de las memorias presidenciales de Barack Obama, el presidente 44 de Estados Unidos.
Leer las casi 900 páginas es como participar de una conferencia magistral sobre política y diplomacia internacional.
Todo está detallado y los temas y problemas que se abordan como las migraciones ilegales, cambio climático, los talibanes de Afganistán, entre otros siguen vigentes y preocupando al mundo hoy en día.
Me gustó
Lo que más disfruté fue la parte personal de Obama. Darme cuenta que es un tipo llorón, que se empinó como “trabajador comunitario” para llegar a ser presidente de los EE.UU.
Que ni en campaña escondió su desliz con las drogas en tiempos de juventud y aunque durante la política y la presidencia tuvo que lidiar con la etiqueta de: negro, socialista y musulmán mantuvo la calma de sus palabras y acciones.
Obama no deja por fuera sus gustos por el baloncesto y hasta dirigió el equipo escolar de su hija “Las Víboras”. Además tuvo que dejar de fumar en plena presidencia, que para calmar las tensiones echaba mano (es izquierdo) de un trago de vodka, el juego de cartas y el billar y que se propuso no gritar nunca en su gestión aunque a veces tuvo que hacerlo.
Obama no esconde su admiración por la canciller saliente de Alemania Ángela Merkel. Y asegura que no es por sus ojos azules. Y Nancy Pelosi, la presidenta todavía del Congreso de EE.UU. le encanta y sobre Hillary Clinton, no dice cosas hirientes, pero la retrata como una “política tradicional”. También se burla de Donald Trump.
Se refiere a Joe Biden, su vicepresidente y hoy presidente de EE.UU como “un hombre con corazón”.
El presidente 44 de EE.UU deja claro que entre Irán, Rusia y China fueron los iraníes los que más lata le dieron por su agresividad y por el tema nuclear.
Obama también se opuso a la guerra de Irak (costaba 10 mil millones de dólares mensuales), pero tuvo que mandar más tropas a Afganistán (costaba 55 millones de dólares al día en operaciones militares) y lidiar con los 242 presos de Guantánamo.
No me gustó
Se refiere poco a Latinoamérica. Solo cuando visita Brasil para una cumbre climática y le pareció buen tipo el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Me dio tristeza que su ley sobre los “Dreams” no se aprobara.
Obama asegura en su libro que el 40% de los ilegales que hay en su país entran con visas por aeropuertos y otros puntos legales y se quedan cuando se les vence el documento, pero los medios y políticos se enfocan en los migrantes pobres mexicanos y centroaamericanos que entran por la frontera.
Operación Gerónimo
Obama tuvo que lidiar con la recuperación económica, la reforma sanitaria (Obama care), reformar Wall Street, la renuncia de Hosni Mubarak de Egipto, la caída de Muamar el Gadafi en Libia, pero fue la identificación y muerte de Osama bin Laden (1.95 metros) en Abbottabad de Pakistán que le permitió cerrar su primer mandato con un pergamino de Premio Nobel de Paz y victorioso contra el terrorismo sabiendo que las guerras son terribles, pero a veces necesarias.