El narcotráfico y las pandillas llevaron a que los homicidios y la criminalidad subieran en Panamá en 2020, a pesar de los consecutivos periodos de confinamiento, restricciones y controles de seguridad por la pandemia, dijeron las autoridades.
Al cierre de 2020 se contabilizaron 486 asesinatos, de acuerdo con cifras preliminares del Ministerio Público (MP) difundidas el martes por el titular de este ente judicial, Eduardo Ulloa, por encima de los 480 registrados en 2019.
La mayoría de los asesinatos, más de 380, fueron por arma de fuego, algunos con ejecuciones múltiples y secuestros, con más concentración en las provincias de Panamá, donde está la capital, la contigua de Panamá Oeste, y la caribeña de Colón, según datos oficiales.
De acuerdo con estos mismos datos, la mayor cantidad de víctimas fueron hombres, con más de 400, y cerca de medio centenar de mujeres.
Para las autoridades, la traza o huella de estos crímenes llevan a una vinculación con el crimen organizado, el tráfico de drogas y el ajuste de cuentas pendientes entre pandillas.
LA PANDEMIA Y EL REPUNTE DE LA CRIMINALIDAD
El procurador (fiscal general) Ulloa reveló durante su informe anual de gestión la cifra de “aproximadamente” 486 homicidios el año pasado y reconoció que durante la pandemia “se dispararon algunos delitos”.
“Esto se da porque la actividad del narcotráfico se incrementa a nivel internacional y eso produce una serie de actos como homicidios y atentados entre ellos, que de alguna u otra manera afectan a la ciudadanía”, afirmó.
Destacó que para combatir este incremento de la criminalidad durante la pandemia se estableció una cooperación interinstitucional entre el Ministerio Público y los cuerpos de seguridad, “que por diversos motivos anteriormente había llegado a su nivel más bajo”.
“Logramos una coordinación muy efectiva con la Policía Nacional y con los otros organismos de seguridad, logramos incrementar la presencia de los estamentos de seguridad en las calles”, lo que dio resultado el desmantelamiento de una banda de secuestradores y a la desarticulación de dos de las bandas de sicarios más importantes del país, entre otros.
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La Policía Nacional, por su parte, informó que en 2020 se registraron 25 homicidios más que en 2019 cuando, según este organismo de seguridad, se registraron 472, una cifra que dio el Ministerio Público a inicios del año pasado de manera preliminar y que luego ajustó a 480.
Por su parte, la Dirección del Sistema Nacional Integrado de Estadísticas Criminales (SIEC) del Ministerio de Seguridad contabiliza 581 homicidios en 2020, según publicaron medios locales.
LA VISIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA
El abogado y criminólogo Fernando Murray reconoció que las restricciones a la movilidad y los controles policiales en razón de la pandemia ejercieron mayores niveles de control social en todas las actividades, entre ellas la criminalidad.
Murray destacó que “la contención a la movilidad generó también que la criminalidad se adecuara a la dinámica de horario y de restricción, y sobre todo a la forma de vulnerar las acciones policiales que en ese momento estaban mayormente concentradas en el tema de la seguridad sanitaria”.
Cuando se dio la apertura de actividades económicas y se flexibilizó la restricción “comenzaron a manifestarse hechos vinculados a delitos del pandillerismo, venganzas privadas y muertes por encargo”, entre otros delitos.
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“Todo esto nos dice mucho (acerca de) que la criminalidad cada día se hace mas oportuna, ocasional, (y que) el delito común pudo sopesar las condiciones del entorno y la coyuntura”, remarcó Murray.