La polémica está servida. Desde Washington, Donald Trump, en su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos, lanzó declaraciones explosivas sobre el Canal de Panamá, asegurando que “no lo regalaron a China, y lo vamos a recuperar”. Estas palabras encendieron las alarmas en Panamá, donde el presidente José Raúl Mulino no tardó en responder con contundencia desde su gira en Europa.
Mulino, conocido por su carácter firme, rechazó “de manera integral” las afirmaciones de Trump. “El Canal no fue un regalo. Es el fruto de luchas generacionales que culminaron con la entrega completa en 1999, gracias a los Tratados Torrijos-Carter. Desde entonces, Panamá lo ha administrado con responsabilidad, neutralidad y eficiencia”, expresó en un comunicado cargado de orgullo nacionalista.
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) January 20, 2025
La “soberanía” que Panamá defiende con uñas y dientes
El mandatario panameño no dejó espacio para dudas: “Ejerceremos el derecho que nos ampara. La dignidad, el respeto al Derecho Internacional y nuestra soberanía no están en negociación”. Recordó que el Canal, pieza clave para el comercio mundial, no solo beneficia a Estados Unidos, sino al resto del planeta.
Trump y su “cuento chino”
El presidente estadounidense insistió en una supuesta “presencia china” en el Canal, lo cual ha sido desmentido en múltiples ocasiones por expertos panameños. Según Trump, China habría tomado el control del paso interoceánico, algo que Mulino calificó como un argumento “sin fundamento y alejado de la realidad”.
Desde 1999, el Canal ha estado bajo control panameño, administrado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). No hay pruebas que respalden las afirmaciones de Trump de que las operaciones chinas tengan injerencia en la soberanía panameña.
“El Canal no se vende, no se presta y mucho menos se regresa”
La respuesta de Mulino resonó no solo en Panamá, sino en América Latina. Para muchos, es un recordatorio del espíritu soberano que llevó al país a recuperar el Canal. En las redes sociales, los panameños mostraron su apoyo al presidente con el hashtag #ElCanalEsDePanamá, convirtiéndolo en tendencia regional.
Mientras Trump insiste en su narrativa, Panamá mantiene su posición firme: el Canal pertenece a Panamá, y no hay marcha atrás. La escena está lista para un capítulo diplomático que promete ser tan intenso como las aguas del histórico paso interoceánico.