El gobierno de Estados Unidos ordenó la remoción de los hermanos Luis Enrique y Ricardo Alberto Martinelli Linares del territorio estadounidense y su entrega a las autoridades panameñas, tras cumplir una condena por lavado de dinero en Estados Unidos.
Los hermanos Martinelli fueron escoltados desde Nueva York al Aeropuerto Internacional de Tocumen, en Ciudad de Panamá, por oficiales de la Oficina de Detención y Deportación de EE.UU., y entregados a funcionarios del Servicio Nacional de Migración.
El 20 de mayo de 2022, una corte federal de Estados Unidos condenó a los hermanos Martinelli Linares a 36 meses de prisión por soborno internacional y lavado de dinero, tras declararse culpables de conspirar para cometer el delito de lavado de dinero y así ocultar $28 millones de dólares en coimas provenientes de Odebrecht para beneficiar a su padre, el expresidente Ricardo Martinelli.
A partir de la entrega de los hermanos Martinelli a las autoridades panameñas, corresponde al sistema de justicia panameño determinar el resultado de los casos que se les siguen en Panamá.
A su vez, el secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunció hoy la designación del expresidente Ricardo Martinelli como inelegible para ingresar a Estados Unidos, debido a su participación en actos de corrupción significativos al aceptar sobornos a cambio de otorgar inapropiadamente contratos de gobierno durante su mandato como presidente. La designación incluye a miembros de su familia inmediata.
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Esta designación pública se realiza en virtud de la Sección 7031(c) de la Ley de Asignaciones sobre Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados del Departamento de Estado de 2023, la cual establece que los funcionarios y exfuncionarios de gobiernos extranjeros sobre quienes el secretario de Estado tenga información creíble de participación directa o indirecta en actos de corrupción significativa o violaciones flagrantes contra los derechos humanos, no son elegibles para entrar a los Estados Unidos, ni tampoco sus familiares directos.
“Frenar la corrupción a nivel mundial es una prioridad para Estados Unidos, ya que la corrupción amenaza directamente nuestra seguridad nacional. Sé cuán preocupados están los panameños por la corrupción y combatirla es una de nuestras prioridades como embajada porque la corrupción socava el bienestar de la población, la economía y la democracia”, sostuvo la embajadora de EE.UU. en Panamá, Mari Carmen Aponte. “Esta no será nuestra última designación en Panamá”, agregó.