En unos ordenados, aunque poco concurridos comicios, los ngäbe buglé acudieron a las urnas para renovar el poder de sus autoridades administrativas, recayendo la responsabilidad de cacica general en Elena Cruz Guerra, quien reemplazará a otra mujer, Silvia Carrera.
Cruz Guerra, junto con el resto de los caciques electos para las distintas regiones que componen la comarca Ngäbe Buglé, tiene la importante tarea de seguir visibilizando a esta población, la más grande de las etnias indígenas del país y que lastimosamente ostenta los índices más elevados de pobreza y pobreza extrema.
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El acompañamiento institucional al proceso electoral desarrollado el domingo con éxito -si se toma en cuenta la organización- es un ejemplo del rol que debe tener el Estado en esta región. Hay que seguir trabajando en esa confianza para que la labor de las distintas entidades gubernamentales sea efectiva en la comarca. El país tiene una deuda histórica con esta población y ya es tiempo de cumplirle coordinando y aplicando acciones, y no imponiendo.