La semana pasada se dio uno de los hechos en el ámbito judicial más importantes de los últimos años para el país con la condena a 36 meses de prisión, más dos años de libertad condicional, a los hijos de un expresidente de la República.
Y sin entrar a debatir o valorar el monto de la condena, lo cierto es que un sistema judicial extranjero castigó a ciudadanos panameños por embolsillarse dineros públicos a través del cobro de coimas.
LEA TAMBIÉN: Intensifican vigilancia en puntos de entrada por la viruela del mono
Sin embargo, para las autoridades panameñas lo ocurrido pareciera haber sido poco, ya que ni siquiera se han pronunciado sobre un tema que impactó y sigue impactando los limitados recursos económicos con que cuenta el Estado para operar y satisfacer las necesidades ciudadanas.
Qué decir de las instancias judiciales panameñas, incapaces de frenar y enfrentar las estratagemas de los llamados a rendir cuentas en los múltiples casos de alto perfil, a fin de eludir sus responsabilidades ante la ley. Definitivamente que somos gobernados por autoridades cobardes.