El presidente de la Asamblea Nacional reconoció esta semana que el narcotráfico está presente en todos los estamentos de la vida nacional.
Todo esto para continuar con su narrativa de frenar la aprobación de la nueva jurisdicción de extinción de dominio que tiene estresados a los capos y sus testaferros.
Los que se oponen a esta medida es porque saben que ellos y sus amigos no pueden justificar sus carros, casas, bienes, planillas y cuentas, que disfrutan hasta los pelaos del gueto, que ni siquiera tienen un trabajo formal o un negocio legal.
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La nueva jurisdicción de dominio sería una herramienta que tendrían las autoridades investigativas para que, ante indicios, poder cortarle el flujo de dinero a los barones de la droga, corrupción, blanqueo de capitales y otros. Se nota que hay muchos en la Asamblea Nacional que no quieren que esto pase y la pregunta es por qué y a quién protegen.
Que no vengan con el cuento de que no tenemos derecho a la tutela como Colombia porque la acción de amparo es una garantía protectora de los derechos constitucionales.
