Los sectores populares tal vez sepan poco de generación eléctrica con hidro, combustible, aire o gas, pero están claritos en que la tarifa de luz en Panamá no es barata, la mayoría está subsidiada por el Estado y que al final se paga con los impuestos de todos los contribuyentes, lo que evidencia que el sistema energético está distorsionado y se pondrá peor y a nadie parece importarle.
El GobieNito prefirió transar con sus donantes de campaña y NG Power, creada en los tiempos de Martinelli, y a pesar de que el gobierno pasado la dejó fuera del sistema por incumplimientos financieros, ahora al parecer, mediante una “jugarreta” nada clara, otra compañía de la que el Estado formará parte hará la planta de 670 MW. De esto y otras hierbas aromáticas se sabe poco porque ni Asep, Etesa ni la Secretaría de Energía han dicho nada. ¿Encubridores?.
Es alarmante que con menos de dos años de gobierno, el jefe del Ejecutivo prefiera el silencio que las explicaciones porque se siente cómodo con sus amigos y financistas.
¿Dónde quedó el interés por el país? Porque con esto solo se iluminan los bolsillos de unos cuantos cercanos al poder.
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