Los empresarios, comerciantes y la ciudadanía no quiere más cierres. No son viables y la economía ya no lo soporta.
Ya sabemos que estamos en una encrucijada y que el golpe de la pandemia a las familias, trabajadores y empresas ha sido devastador.
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Pero así como el Gobierno no presenta un plan claro y coherente de recuperación económica, no se observa por parte del sector comercial que las medicinas bajen de precio, que los alimentos no suban cada semana y que haya precios accesibles en restaurantes y hoteles y lugares para que las familias compartan sanamente.
No se trata de exigir de un solo lado, aquí casi nadie piensa en los consumidores, que siguen cargando con los altos precios antes y durante la pandemia.
No se puede tener una economía salvaje que ahorque a los consumidores cuando el desempleo ronda el 18 %, los contratos recortados y suspendidos siguen y tal vez la pandemia sea parte de nuestro diario vivir.
La desigualdad de muchos y la acumulación de riquezas de pocos no es el camino que merece Panamá.