Luego de casi un mes de paralización de labores en medio de las protestas ciudadanas que movieron a todos los sectores de la sociedad panameña, los docentes regresan a las aulas, aunque todavía hay grupos rezagados que deben validar el reintegro.
El gremio docente fue fundamental en la movilización de la población, que permitió sentar en una mesa de diálogo a los representantes gubernamentales. Eso es innegable.
No obstante, en medio de este difícil periodo hay situaciones que no deben soslayarse, todo lo contrario, deben evaluarse en profundidad y sacar de ello la mejor lección para el futuro.
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Y uno de estos aspectos fue ignorar en su totalidad la afectación que estaban sufriendo los estudiantes, ya mermados por dos años de educación virtual por causa de la covid-19.
No debemos ser ingenuos en que la lucha por las reivindicaciones sociales ha acabado. De hecho, debieran ser permanentes, pero a futuro debemos encontrar fórmulas para mantener este activismo sin que los perjudicados sean, como siempre, los estudiantes.
