El informe sobre el Índice Mundial de Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y dado a conocer en septiembre pasado, fue desgranado ayer -en lo concerniente a Panamá- durante la entrega oficial del documento a las autoridades nacionales, acto que recayó en la ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo.
El informe es una valiosa radiografía de la dinámica socioeconómica del país, impactada por dos años de pandemia por la covid-19.
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Según el mismo, Panamá no pierde su estatus de país con índice de desarrollo humano muy alto, pero retrocede en posiciones y se acerca a los límites donde puede dejar esa categoría.
Pero más importante que eso es el enfoque que el estudio hace sobre sentir de los ciudadanos, sus temores e incertidumbres, los que solo se acrecentaron por la pandemia y la situación política y económica que vive el mundo en general. Ojalá y un documento con este contenido fuera usado para orientar las políticas públicas, propiciar un giro de timón y trabajar en las reales necesidades de la gente.