Los aliados de Martinelli ya ni disimulan. Se la han pasado difundiendo el powerpoint sobre las supuestas conversaciones del expresidente Varela, lo que demuestra que en Panamá ya nada es íntimo.
Los políticos se valen de cualquier cosa para hacer daño, sobre todo si su nombre comienza a relucir en nuevos escándalos de coimas desde España.
Así gobernaron, pinchando y chantajeando a cuando persona se le ponía enfrente y así mismo pretenden regresar al poder.
Todavía nadie sabe dónde están las máquinas pinchadoras que se compraron de forma directa con fondos públicos, los prófugos, que incluso adujeron como testigos en un juicio y no se extrañen que comiencen a salir los “dossier”, que decía que tenía de cada uno.
No les interesa el país. Les interesa hacer daño y apropiarse de cuánta riqueza tiene Panamá para provecho personal, familiar y de sus amigos.
Pero como pasaba en los tiempos de los militares, no hay que tener miedo porque ellos, los jinetes de la impunidad, saben cómo piensan los enemigos de la corrupción.