En medio del debate -que no le gusta a mucho- de lo que se percibe como una familia, este 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia. La fecha instaurada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) busca como punto medular crear conciencia sobre la buena crianza, formación y orientación de los niños y adolescentes en el contexto de un hogar.
¿Cumple la familia panameña con este precepto? Es una pregunta para reflexionar si vemos la cantidad de niños en condición de vulnerabilidad, no solo por el cuidado que no están recibiendo en sus hogares, sino también por la falta de articulación de políticas públicas.
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La familia es el núcleo de la sociedad, y si sus semillas -que son los niños y jóvenes que la integran- no están bien abonados, regados y cuidados, lo que nos espera son ciudadanos madurados a la brava cual maleza que no da frutos ni flores.
La familia, cualquiera sea su composición, debe estar cimentada en el amor, en el apoyo mutuo, comprensión y respaldo estatal para que sus miembros vivan de la mejor manera.