El expresidente de la República Ricardo Martinelli ha dicho públicamente que está dispuesto a sacarle la “ñecks” a todo aquel que se atreva a investigarlo, y en menos de dos semanas demandó millonariamente a tres exmagistrados de la Corte. Incluso, dos de ellos nombrados en la Corte por su escandaloso gobierno.
La decisión tiene varios objetivos. Perseguir a tres exadministradores de justicia y meterle los pelos para adentro al actual procurador de la Nación y a los nueve magistrados de la Corte Suprema de Justicia, quienes tienen en sus despachos procesos pendientes que involucran al exmandatario y a su entorno cercano.
Las decisiones retratan de cuerpo entero a Martinelli. Acostumbrado a llevar todo al límite para hacer lo que le da la gana.
Le toca al Estado panameño demostrar que ni un expresidente con plata ni nadie puede poner en riesgo la institucionalidad.
Por más pataleta que haga, tiene que rendir cuentas y para ello se requieren funcionarios valientes y correctos, que esperamos que no se dobleguen ni pacten, sino que apliquen la ley.