Vamos para el tercer día del Carnaval y hay organizaciones, como en Las Tablas y otros poblados del país, que ya están coordinando las fiestas del 2024. Pareciera exagerado, pero no lo es.
Estos poblados saben el impacto que esta fiesta tiene en su economía y han aprendido a desarrollarla con previsión, aunque para algunos solo sea un choque de reinas y cánticos de tunas.
Esa anticipación nunca la ha tenido el carnaval capitalino, el que a pesar de contar con un millonario presupuesto asignado por los gobiernos de turno, carece de la originalidad que lo sitúe como una fiesta con potencial internacional.
LEA TAMBIÉN: Dale con calma en estos carnavales para evitar el bochorno
Ojalá y los designados para el desarrollo de esta celebración, generalmente la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), tengan algo de visión y oportunamente se planteen una estrategia que le devuelva la gloria que un día tuvo el carnaval capitalino. Y de paso, lo conviertan en un verdadero motor de la economía formal e informal, generando empleos al tiempo que promueve al país y parte de la idiosincrasia de su gente.