Las comparaciones son odiosas, pero el actual alcalde de la ciudad, ‘Tanque de Gas’, no ha podido superar en nada a su antecesor y cada día que pasa se queda más solo.
Su millonaria playa de 120 millones de dólares parece cada día más incierta y su terquedad, incluso, lo ha llevado a pelearse con concejales de su propio partido.
En plena pandemia, trató de gastarse miles de dólares limpiando paradas, pero la Contraloría lo frenó; y como si fuera poco, ya perdió a su vice, que se convierte ahora en su jefa y a su vez a merced del Ejecutivo.
Si el alcalde no se da cuenta de que se está quedando sin piso, es más ciego que un personaje de Saramago.
Da tristeza porque la ciudad venía dando pasos hacia adelante en varios aspectos y todo se ha convertido en una pelea constante y una falta de confianza que no ayuda a nadie.
Es el municipio más rico del país, pero parece el más ‘ezquizofrénico’ y los ciudadanos al final no van a ver resultados positivos con el pago de sus impuestos y se van a perder cinco años por la terquedad e incapacidad que cada día que pasa se hace más manifiesta.