La docencia no es para cualquiera. Es una profesión para personas entregadas porque requiere sacrificios personales y familiares, que solo los que tienen la vocación lo soportan con el paso del tiempo.
Este 2020 ha sido difícil para todos y los docentes del país que hoy celebran su día no han sido la excepción. Se las han tenido que ingeniar.
Hoy queremos resaltar a los abnegados, a los que tienen presente que los sujetos de la educación son los estudiantes y por nada del mundo los dejan a la deriva, porque saben que enseñar es más que cobrar un cheque todas las quincenas.
Los docentes son determinantes para cerrar las brechas que ahora están de moda y una de ellas es que no podemos darnos el lujo de tener dos tipos de educación. Debe ser pública y de calidad para que todos tengan las mismas oportunidades.
Felicitamos a todos los educadores, que saben que transmitir conocimientos va más allá de acumular puntos, diplomas o medallas. Es una vocación casi sagrada.