En una movida que promete alivio para miles de panameños, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) puso manos a la obra y al lodo con un intenso operativo de dragado en un tramo crítico del río Pacora. Este tramo, ubicado cerca de los penales La Nueva Joya y La Joyita, llevaba años sufriendo la acumulación de troncos y sedimentos que obstruían el flujo de agua.
El ingeniero Manuel Tejada, cabeza visible de Metrovial, supervisó el uso de palas mecánicas que literalmente arrancaron de raíz los obstáculos. “Estamos ampliando la sección hidráulica para mitigar futuros riesgos de inundaciones”, afirmó.
Aunque este dragado es un respiro, la cuenca hidrográfica del Pacora sigue bajo ataque: contaminación, deforestación y cambio climático son el pan de cada día. Ni siquiera la protección otorgada por la Ley Nº 175 ha logrado frenar el deterioro.
Con una extensión de 367,48 kilómetros cuadrados, el río Pacora es vital no solo para las comunidades aledañas, sino también para la biodiversidad de la región. Sin embargo, las amenazas persisten, y las soluciones parecen quedarse cortas ante el avance del crecimiento poblacional y la extracción ilegal de recursos.