A pesar de que cada uno reacciona de modo distinto a situaciones estresantes, una epidemia infecciosa como el coronavirus puede generar rasgos comunes en lo que a salud mental se refiere. Es por ello que la doctora Melba Stanziola de Díaz, psicóloga clínica y catedrática de la Facultad de Psicología de la Universidad de Panamá, analizó a El Preguntón y esto fue lo que nos contó.
¿Cómo nos puede afectar en nuestra salud mental el miedo al contagio, el distanciamiento social, el aislamiento producto de la cuarentena que eventualmente podemos vivir tanto nosotros como nuestros familiares ?
“El miedo a la muerte ha existido siempre. Sin embargo, nunca se le ha percibido tan directamente como lo que hoy ataca al mundo como un arma, contra la cual no se ha encontrado cómo destruirla; el énfasis es cuidar a nuestros adultos mayores y, a su vez, cuidarnos todos y entre todos. En cuanto al distanciamiento social, hoy las personas nos podemos comunicar sin dificultad vía celular, vía teléfono y redes sociales, a pesar de no podernos ver. Lo importante aquí es saber que esto solo será por un tiempo, por lo que es importante en tema de familia capitalizar una convivencia saludable”.
¿Es normal que sintamos ansiedad?
“Sí, es normal sentir ansiedad en esta situación de pandemia mundial. Hemos cambiado de la noche a la mañana nuestro estilo de vida. Nuestra libertad de movimiento está restringida. El espacio del hogar se comparte 24 horas con los otros miembros de la familia. Todo ello nos genera un estado de ansiedad, y deseamos poder salir, pero no podemos... Lo importante es saber que si no nos controlamos, nos hacemos daño. Este encerramiento no durará para siempre. Sigamos las instrucciones del Gobierno nacional, con énfasis en el Minsa y Seguridad. A los creyentes, fe en Dios y oremos constantemente pidiendo salud mundial”.
¿Qué emociones nos tendrían que asustar?
“Yo hablaría de comportamientos que traducen emociones como no levantarse de la cama, dormir muchas horas, no comer, mucha ira, pérdida del control constante, llanto fácil seguido, dejar de hablar, entre otros que no sean característicos de la persona”.
¿Son las redes sociales disparadores de ansiedad en esos tiempos?
“Sí, en la medida que las personas solo estén pendientes a lo que diga todo el mundo que cerrarán los supermercados y tiendas, que no hay cura, que es mentira y lo que se está dando es un posible golpe de estado, que nos están robando, que la autoridad no hace nada. Todo ello genera más estrés y miedo a morir”.
¿Qué hacer y qué no hacer para que este periodo no se deslice a padecimientos del plano psiquiátrico“
¿Qué hacer?
Realizar actividades compartidas en casa, socializar en familia, ver películas en familia, hacer ejercicios, convicción que al quedarte en casa evitas ser contagiado, detectar cambios del humor y carácter significativos que indiquen que la persona a nuestro lado está afectándose por encima de la norma, llamar a grupos de especialistas de salud mental que están brindando ayuda online gratuita”...
¿Qué no hacer?
No tomar importancia a lo que estás viviendo y sintiendo y no pedir ayuda y permanecer callado”.
¿Cómo podemos diferenciar entre un episodio de ansiedad y un ataque de pánico?
“En el estado de ansiedad conocemos la causa que nos está generando perturbación, por ejemplo, el creciente número de casos de Covid-19 y el incremento en número de muertos. La solución ya la hemos mencionado arriba, dejar de estar atento a las redes que abordan esto e inclusive a las noticias diarias que nos brinda la TV sobre el tema y ocuparnos de otra actividad en que nuestros pensamientos estén ocupados en algo que nos guste mucho normalmente. De manera que el que podamos saber qué nos lo está generando, nos permite también a nivel cognitivo controlarlo mejor.
El estado de pánico se caracteriza por ataques de pánico episódicos e inesperados que ocurren sin un desencadenante claro; se definen por la aparición rápida de un miedo intenso que normalmente alcanza su punto máximo en aproximadamente 10 minutos. El síntoma físico más común que acompaña a los ataques de pánico son las palpitaciones, sensaciones de asfixia, temblor, dolor en el pecho, entre otros; y a pesar de su corta duración, este es muy intenso y lograr equilibrar el cuerpo físicamente toma más tiempo. Es mucho más clínico”.
¿Cree que es necesario ocultar la crisis generada por el Covid-19 a los niños? ¿Cuál es la mejor manera de explicarles la situación en la que se encuentran?
“No, todo miembro de la familia debe conocer lo que está pasando y debe ser explicado de acuerdo a la edad de los mismos. Los niños comienzan a entender ya desde los 3 añitos cuando les decimos no saltes porque te puedes golpear, no saltes en el sofá porque te puedes caer, así también les podemos decir no podemos ir al parque porque ahora no podemos salir porque el parque lo están limpiando, pero mira juguemos aquí a las escondidas, a pintar, etc. Con relación a los jóvenes entre 10 y 11 años hasta los 13, ya se les puede hablar del Covid-19 y sus consecuencias; y de 14 para arriba, se les puede explicar claramente qué es el Covid-19 y lo que ocurre a su alrededor a fin de concienciar su nivel de responsabilidad familiar en su cuidado y el de la familia”.
¿Cómo se puede manejar la ansiedad en los adultos mayores?
“Buena pregunta. El adulto, mayor, por lo general, ya tiene una vida de experiencias buenas y malas. No debe ser tratado como si fuese un niño. Hay que aprovechar la coyuntura familiar y debe ser cuidado con amor y respeto. Se le debe informar según la edad y su salud integral de manera asertiva, siempre bajo el prisma del amor. Colocarle como un bastión dentro de la familia, en donde su entereza es el ejemplo a seguir por cada uno de los familiares, el orgullo y placer de poderles atender y cuidar en estos momentos de crisis mundial. Compartir recuerdos felices, lo que se ha aprendido de ellos y le ha servido a su familiar para llevar una vida dentro de lo que ese adulto mayor le enseñó y modelo a lo largo de la vida y cuán agradecido está de poderle hoy servir y atender con amor y respeto. Este aspecto es importante si en casa hay nietos, bisnietos, etc. Y sumamente importante darles su espacio sin descuidarles.
¿Cómo podemos equilibrar el estar en casa y cumplir con los deberes que les han sido asignados por las escuelas a nuestros hijos y que no se convierta en un estrés adicional para ambos? ¿Es posible que la ansiedad de los padres se transmita a los niños?
“La educación virtual no ha sido la tendencia en nuestro país. Primero, debemos aceptar el estado de paralización temporal de la educación presencial en esta emergencia sanitaria. Seguidamente, entrar en un proceso de adaptación y acomodación al nuevo enfoque, instando a los niños y jóvenes de edad escolar a no tener miedo y a estimular sus avances tecnológicos en temas de enseñanza y aprendizaje virtual, a que los docentes se conviertan en verdaderos facilitadores, haciendo de esta experiencia un espacio flexible, organizado y enriquecedor en la adquisición del conocimiento, nada aburrido, no dejando innumerables tareas u asignaciones que les agobien y que los padres aprendan a no hacer el rol de estudiantes y sí el de supervisar que cumplan sus deberes y mantener contacto con los docentes vía en línea a fin de ver cómo va el proceso de sus hijos”.
¿Qué opina de la reacción en general que está teniendo la población panameña ante esta pandemia?
“Mira, al día de hoy pienso que la población en general lo ha ido aprendiendo a manejar bastante bien, cada día ha ido asumiendo su rol en evitar la diseminación en el contagio comunitario, acatando más las órdenes emanadas por el Minsa, lo que es un indicador de una adecuada salud mental de los panameños a la fecha. No obstante, parece raro ante la ciudadanía que aún existe un promedio considerable a la fecha de personas que insistan en desacato a la cuarentena, adoptando una conducta de rebeldía, que clínicamente yo la traduzco en un mecanismo de defensa de negación, el cual surge ante la propia autodescompensación psicológica, para lograr el propio equilibrio. Personas que de manera inconsciente se resisten a morir y actúan de manera inconsciente en su propia contra y de sus personas cercanas”.
¿Expertos recomiendan utilizar medios prácticos para relajarse, pero hay personas que recurren a la automedicación para reducir la tensión o ansiedad, es esto recomendable?
No. Jamás debes recurrir a automedicarte. No sabes qué efecto te puede causar un medicamento que una persona te recomiendan y en vez de mejorar te creas otra situación más grave. Hay muchas maneras de relajarte, como las ya mencionadas, pero si a pesar de ello no te sientes cómodo con tu yo interior, no dudes en pedir ayuda médico-psiquiátrica o consultar a tu psicólogo, para buscarte tu mejor opción.
PEDIR AYUDA PSICOLÓGICA
Cuando la propia persona o quien conviva con esta detecte:
Insomnio
Ansiedad
Pánico
Pérdida de control de los pensamientos e impulsos
Ira sin control
Tristeza
DATOS
Tiene 27 años de experiencia en el área penitenciaria.
Especialista en Bienestar Familiar.
Jefa de Psicología en la Policía Nacional.Jefa de Psicología del Servicio Nacional de Migración.
Directora Nacional de la Oficina de Atención a los Refugiados.
Directora de la Escuela de la Facultad de Psicología y catedrática de la Universidad de Panamá.