En una reveladora comparecencia ante la Asamblea Nacional, Juan Antonio Ducruet, director del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), admitió que la distribución de agua potable a través de carros cisterna fue utilizada con fines políticos durante la reciente campaña electoral. La confesión tuvo lugar durante una sesión que duró casi tres horas, en la cual Ducruet respondió a cuestionamientos de los diputados sobre la gestión de esta institución clave para el suministro de agua en el país.
El primer señalamiento fue hecho por el diputado Manuel Samaniego, del circuito 8-6, quien inquirió sobre la asignación de contratos para carros cisterna en Panamá Este. Ducruet respondió que el Idaan mantiene cerca de 17 contratos en esa área, pero aclaró que los carros cisterna no abastecen a clientes de la entidad, sino a personas que no están conectadas a la red de acueductos. Además, admitió que la distribución de agua en estos carros se había convertido en una herramienta política, con varios candidatos aprovechando la necesidad de la población para ganar votos durante la campaña.
El director del Idaan explicó que, si bien la gestión de carros cisterna no es la razón de ser de la entidad, eliminarlos de inmediato no es viable, ya que muchas comunidades, como Tierra Prometida, dependen de este servicio debido a la ausencia de acueductos. “No podemos simplemente eliminar los carros cisterna porque muchas personas quedarían sin acceso al agua”, señaló Ducruet.
El tema se volvió aún más controversial cuando se mencionó la relación entre una empresa contratista, Zupri, y un diputado de la Asamblea. Ducruet insistió en que no podía hacer juicios de valor sin fundamentos legales y que no se había presentado ninguna denuncia formal al respecto. Sin embargo, reconoció que “muchos diputados utilizaron cisternas para repartir agua y hacer política”, lo que evidenció la falta de controles y la politización de un servicio esencial.
Durante su intervención, Ducruet también destacó el alto costo que representa para el Estado el mantenimiento de los carros cisterna, el cual asciende a $15 millones anuales y beneficia a unas 300 mil personas. El director defendió su gestión, argumentando que la verdadera solución a la problemática del agua radica en la inversión en infraestructura y la voluntad política para cerrar la brecha en el acceso al agua potable.
“La falta de inversión en el Idaan ha sido un problema histórico”, afirmó Ducruet, quien llamó a establecer políticas públicas que eviten el crecimiento descontrolado de las invasiones y promuevan el acceso equitativo al agua. Con un tono crítico, cuestionó la falta de voluntad y recursos para terminar proyectos clave, como las plantas potabilizadoras, que son esenciales para resolver la crisis del agua en Panamá.